A sus victorias en el ring ha añadido otra muy especial. Nacho Ramos, conocido con el apelativo de El Calorro, fue designado como cabeza visible del Comité de Boxeo Adaptado Español (CBAE), que entre los días 25 y 28 de este mes celebrará en Murcia su I Congreso Nacional. «Para mí es algo muy importante, por lo que llevo luchando mucho tiempo», subraya el púgil afincado en Córdoba.

El combate por conseguir el reconocimiento del boxeo para personas discapacitadas ha durado años para Ramos, que cada temporada tenía que marcharse a Francia -donde sí se reconoce oficialmente esta práctica- para poder mostrar sus progresos y homologar sus títulos. Ahora podrá subir a un ring en su país para disputar torneos y «también podrán hacerlo otras personas, ya que el boxeo está en auge», dice con orgullo.

Nacho Ramos, de 34 años, padece una enfermedad rara -la artogriposis degenerativa, que debilita los músculos y las articulaciones-, aunque esa patología no le impidió entrar de lleno en el mundo del boxeo y convertirse en una de las grandes referencias nacionales. Afincado en Valenzuela, acude diariamente a la capital para seguir un programa de entrenamientos en el que tiene un papel fundamental Gregorio Pérez Aspirina, uno de sus grandes apoyos en la lucha por avanzar en su deporte y, sobre todo, abrir caminos a quienes sufren algún tipo de discapacidad.

Un trabajo conjunto

«Hay que dar las gracias al trabajo del presidente de la Federación Española, Felipe Martínez, que se ha volcado en este proyecto y tiene muchas ganas de sacarlo adelante», indica Ramos, que es ya miembro de la junta directiva de la Federación Española y presidente del Comité de Boxeo Adaptado. «Queremos trabajar para poder montar competiciones aquí en España», explica Ramos, que intervendrá en el Centro de Tecnificación Deportiva Infanta Cristina de Los Alcázares (Murcia) en unas jornadas que contarán con la presencia del presidente de la Federación Española de Boxeo, Felipe Martínez, además de reputados especialistas en Derecho y Medicina.

«Es un gran paso porque aquí no se había hecho nunca nada parecido», admite Ramos con orgullo.

Con este Congreso, la FEB reafirma su compromiso de hacer «moderno e inclusivo» su deporte, por lo que, ante la falta de regulación internacional, considera preciso «sentar las bases que rijan un sistema de clasificación y reglamentos que permitan una práctica segura y adaptada a las diferentes discapacidades», señalan fuentes del organismo. Resaltan que el boxeo adaptado «no es una especialidad deportiva dentro del boxeo», pero desde el Comité de Boxeo Adaptado -creado en 2017 y en el que Ramos tiene un papel crucial- tienen «el firme compromiso de ejecutar una regulación y un marco normativo nacional».

Carrera en Francia

«Hay mucha gente que nos pregunta porque hay ilusión, ya que el boxeo está en auge sobre todo por la entrada de las mujeres, que cada vez lo practican más», indica Nacho Ramos, que convirtió la promoción de su deporte en una lucha más allá del ring. Ramos es el pionero del boxeo adaptado en España y el primero que disputó combates oficiales. Nunca pudo hacerlo en España, donde no se admitían torneos de este tipo.

Ramos construyó todo su palmarés deportivo en Francia durante los últimos siete años. En el país vecino encontró el escenario perfecto. Allí se proclamó campeón del Handi Boxe Gilbert Joie, un campeonato con rango oficial para boxeadores con discapacidad, en tres ocasiones.

Este cordobés de adopción -nació en Vilafranca del Penedés-levantó el título del torneo galo en 2015, en lo que fue uno de los momentos más intensos de su carrera deportiva. Ese oro le acreditó como el primer boxeador español con discapacidad que consiguió un título oficial. Ahora, el I Congreso de Boxeo Adaptado supone para él una victoria íntima. El Calorro confiesa estar «muy satisfecho» de haber podido contribuir a que el deporte «ayude a las personas con discapacidad» en el futuro.

Los promotores de estas jornadas señalan como uno de sus principales objetivos “trabajar con miras a la integración de niños y adultos con discapacidad en las actividades y campeonatos de boxeo adaptado, centrándose en la capacitación”. Nacho Ramos echa la mirada atrás y puede sonreír. El combate ha sido largo, pero la campana ya ha sonado. Y El Calorro ganó.