"Ahora empieza la cuenta atrás. Y queremos empezarla ganando. Luego, nos vendrá un abril terrible. Nos lo jugamos todo en pocos días y en tres competiciones. No hemos ganado nada". Ernesto Valverde, el entrenador del Barcelona, ha querido lanzar una llamada de prudencia. "¿El triplete? Hace unos días me preguntaban qué le pasaba al equipo porque había hecho cuatro empates... ", ha recordado el técnico azulgrana, que no se fía de nadie. Para empezar, ni del Athletic, un equipo que llega en plena crisis. "Será un rival muy peligroso y, además, es un partido muy especial para mí", ha dicho Valverde.

Tras colarse en los cuartos de final de la Champions eliminando al Chelsea, el Barça retorna a la Liga sin Busquets (lesionado), sin Vermaelen ("sufrió un golpe en el tobillo el pasado jueves en el entrenamiento y nos asustamos mucho, pero las pruebas nos dicen que no es grave, menos mal", ha admitido un aliviado Valverde) y sin Suárez, que cumplirá su partido de sanción por ver la quinta amarilla en Málaga. Entran en la lista Yerry Mina y Aleñá. "Nos jugamos en tres frentes la temporada, por eso es tan importante empezar la cuenta atrás", ha precisado el técnico.

Valverde no quiere estropear el trabajo hecho durante tanto tiempo. "Si me dices si habría firmado esto a inicios de temporada, pues claro que sí. Lo habría firmado con sangre", ha reconocido el entrenador del Barcelona. Por eso, no quiere errores. "Si miras muy adelante no tienes tiempo de ver la piedra que tienes cerca", ha dicho el Txingurri elogiando a Rakitic, el sustituto del lesionado Busquets. "Es un jugador fundamental para nosotros".

No se fía de un dañado Athletic, que no ha logrado superar su marcha, ni tampoco del Roma. "Es un rival complicadísimo, yo me atengo a los datos. Le ganó 3-0 al Chelsea y en su grupo quedó por delante del Chelsea y del Atlético, el rival que lucha con nosotros por la Liga. Eso da idea de sus credenciales y eso de que es el mejor equipo que nos podía tocar no me creo nada. Ni se lo cree nadie", ha añadido el técnico, repitiendo, una y otra vez, el mismo mensaje: "No hemos ganado nada, no hemos ganado nada".