Ya no hay factor sorpresa. El Córdoba CF se ha cruzado con todos los rivales en la primera vuelta de la competición y ha comprobado que: 1) no hay que subestimar a nadie, 2) un equipo es tan bueno como demuestra, 3) el mejor espectáculo es ganar y 4) es un candidato fiable para pelear por el ascenso. En la Ciudad Deportiva Luis del Sol sacó un empate frente a un filial. ¿Poca cosa? No lo crean. En este curso se le han atravesado los equipos B de los clubs de Primera. De hecho, no ha ganado a ninguno. Contra el del Granada perdió de modo lamentable dos puntos en el descuento y frente al del Sevilla padeció un episodio cercano al bochorno, con derrota en El Arcángel. Ante el Betis Deportivo, seguramente el mejor de todos, despachó una actuación seria, muy en su línea reciente. Los de Heliópolis estaban metidos en una inercia fabulosa, con siete partidos encadenados sin perder y la condición de invictos en su hogar. Tienen chavales que serán profesionales de primera línea en los próximos años y su entrenador, el excordobesista Ruano, sabe cómo exprimirles. No era un adversario sencillo.

[Así hemos vivido en directo el Betis Deportivo-Córdoba CF]

Y el Córdoba pudo ganar. Eso pareció en una primera parte con empaque y brío. Le faltó poner el broche en el área a las llegadas que generó. Empezó bien, pero se fue diluyendo. Alfaro metió cambios, buscando electrizar a un equipo que acabó recibiendo con alivio el silbatazo final del árbitro. Visto lo visto, no estaba del todo mal ese punto. Los béticos tuvieron presencia en los dominios de Isaac Becerra, que se desgañitó ordenando una trinchera de la que se cayó Djetei -se marchó lesionado- y en la que Xavi Molina ejerció con oficio su cometido. De ahí, del oficio, tendrá que sacar el Córdoba su principal argumento para sostener el pulso en una liga extraña y exigente, con una primera fase corta y sin concesiones. El mercado de invierno no se prevé especialmente intenso en El Arcángel, donde se aguarda, en principio, un retoque. ¿Será suficiente?

De momento, Pablo Alfaro ha logrado reparar los agujeros en defensa y el equipo ha encadenado su quinto partido oficial sin recibir goles.Visto lo visto, no está del todo mal ese punto en Sevilla. Pero, claro, no hay margen para el partido en Lorca. Allí empieza la cuenta atrás.