El Córdoba afronta el duelo de esta noche (20.00 horas en El Arcángel) ante el Deportivo de la Coruña con la moral restablecida. La dura derrota cosechada en Pamplona ante Osasuna fue mitigada por la amplia victoria conseguida hace unos días en Elche, en la Copa del Rey. Fue la primera vez que el Córdoba ganó fuera de casa esta temporada y además por un marcador holgado (1-4), lo que ha llevado el ambiente del pesimismo galopante a la alegría y a cierto desahogo mental.

Y en ese resurgir anímico de la plantilla cordobesista y de su entrenador, José Ramón Sandoval, se ubica el partido de hoy. El rival no es precisamente sencillo. El Deportivo de la Coruña marcha tercero en la clasificación con 18 puntos, 12 más que el Córdoba, y lleva sin perder desde hace más de un mes, cuando lo hiciese por la mínima ante el Alcorcón, fuera de casa. De hecho fue la única derrota liguera de los pupilos de Natxo González, que tienen en Riazor un fortín pero que también saben sumar puntos a domicilio. El último desplazamiento fuera de casa de los gallegos fue a Tarragona, donde se deshicieron por 1-3 del Nàstic. Ya avisó ayer Sandoval de que «el Dépor ha iniciado muy bien la temporada, es un equipo compacto y que viene de golear en casa», en referencia a la victoria por cuatro goles a cero ante el Elche, en la última jornada liguera.

El Arcángel recibe al equipo coruñés, uno de los menos goleados y tercero en la clasificación

Pero el Córdoba de Sandoval cuenta con sus propias armas. El técnico de Humanes ha virado su discurso en esta ocasión. Si en semanas anteriores ponía el acento en los errores de algunos de sus futbolistas y en cierto déficit de calidad de la plantilla, ayer rompió una lanza por los menos habituales, que aseguró que lograron «reivindicarse» en el Martínez Valero. La convocatoria, que no se sabrá hasta dos horas antes de empezar el partido, será «de lo más difícil posible», en palabras del técnico del Córdoba, que quiso resaltar la competitividad de sus hombres.

LOS TEÓRICOS SUPLENTES

A priori hoy saltarán al césped de El Arcángel una mayoría de jugadores que han venido siendo habituales en las últimas semanas, pero combinados por un par de teóricos suplentes que rindieron a un nivel notable en Elche. El que más destacó entre estos últimos fue Javi Galán, un auténtico galgo por la banda zurda que coronó su partido copero con un gol. El extremeño lleva cuatro partidos sin ser titular en Liga pero hoy puede partir de inicio en el carril zurdo de la defensa. Sandoval mantendrá el esquema de cuatro zagueros con Quintanilla y Luis Muñoz en el centro (son los únicos centrales disponibles) y Loureiro en el lateral diestro.

La batalla en la medular marcará el devenir del partido, que Sandoval prevé que será «largo»

En el centro del campo la duda estriba en si el técnico optará por un doble pivote o por situar a un único mediocentro defensivo a Vallejo, que aprovechó sus minutos en Elche, sosteniendo él solo a Alfaro y Lara y permitiendo que el Córdoba profundizase en el juego ofensivo. El vasco podría partir hoy por detrás de Álvaro Aguado y Bambock. El africano deberá ser el conector con Aguado, de cuya precisión en el último pase dependerá que los atacantes cuenten con ocasiones. Esa es la misión de Jaime Romero, Jovanovic y Piovaccari, que siguen teniendo la confianza de Sandoval. El delantero italiano lleva tres goles en Liga y uno en Copa del Rey y de su fiabilidad de cara a puerta dependen las opciones de gol del Córdoba.

UNA MEDULAR DE QUILATES

Los gallegos partirán hoy con un esquema de tres mediocentros por delante de la defensa, a priori Bergantiños, Vicente Gómez y Krohn-Dehli. Jugadores de calidad, con experiencia en Primera y muchos quilates. En el enganche partirá Carles Gil, que deberá surtir de balones a Quique González y a Carlos Fernández. El punta sevillano anotó un hat-trick la pasada jornada y viene sediento y con pólvora. De la capacidad de los defensas del Córdoba para sujetar a ambos delanteros dependerá que el equipo blanquiverde no se resienta atrás. Plantear un partido «largo», como afirmó ayer que quiere Sandoval, precisa de temple, paciencia y sacrificio para dejar los puntos en casa. Y al Córdoba le va la vida en ello, colista en la clasificación y con una necesidad imperiosa de empezar a hacer de la victoria una realidad cotidiana.