De finalista de la Champions, perdió con el Liverpool en Madrid, a estar en el paro. Ese es el extraño viaje emprendido por Mauricio Pochettino, a quien el Tottenhan ha destituido por el caótico inicio en la Premier. El club londinense viene de empatar en casa con el Sheffield (1-1) y no le ha dado la posibilidad de sentarse en el banquillo en el duelo del próximo sábado en casa del West Ham.

Llevaba Pochettino seis temporadas en el Tottenham, un equipo al que había instalado con asiduidad en la zona Champions de la Premier. Pero ahora ocupa el décimocuarto lugar en la clasificación, no gana un partido desde septiembre y se encuentra a 20 puntos del Liverpool, el líder.

El problema no es solo ese. El verdadero problema es que el Tottenham se encuentra a 11 puntos de los puestos que dan acceso a la próxima edición de la Liga de Campeones. De ahí, la decisión de prescindir de Pochettino y de todo su cuadro técnico: Jesús Pérez, Miguel D'Agostino y Toni Jiménez Sistachs, el exportero del Espanyol.

Era su quinto año y su sexta temporada. Pero no la ha concluido. "Tuvimos muchas dudas en tomar este cambio, pero la directiva tiene que tomar decisiones difíciles", ha argumentado Daniel Levy, el presidente del club londinense.

UNA VICTORIA EN LOS ÚLTIMOS 8 PARTIDOS DE PREMIER

La crisis en la Premier es dramática para el Tottenham. Solo ha ganado un partido de los últimos ocho. Ocurrió en su estadio cuando superó al Southampton (2-1), pero ha sumado cuatro derrotas y tres empates, precipitando así el despido de Pochettino.

"Los resultados han sido decepcionantes. Mauricio y su cuerpo técnico serán siempre parte de nuestra historia, pero tenemos un equipo con talento y tenemos que darle energía para firmar una buena temporada", ha añadido el dirigente en un comunicado.