LUIS MIGUEL CARRIÓN / MIEDO

Transmite la sensación de encontrarse bastante perdido

Quizás lo más preocupante de este Córdoba es que quien lo dirige oficialmente transmite estar cada vez más perdido a cada semana que pasa. El regreso a la línea de cuatro atrás es, cuando menos, precipitado. La insistencia en algunas titularidades que no responden hace dudar del nivel en el que estarán los suplentes. Javi Lara, su hombre de más calidad y el único salvable en el José Zorrilla, fue perdiendo metros a medida que pasaban los minutos. Y su empeño de iniciar jugada desde atrás continuamente volvió a costar un gol. Tanto él como el propio equipo generan miedo.

RAÚL DE TOMÁS / SÓLO LE FALTÓ EL GOL

Buen partido del ex, al que nadie supo frenar entre líneas

Desde el principio se le vio la intención. Bajar unos metros para que tanto José Arnáiz como Mata, cortando desde la banda, se abastecieran de los problemas que generaba el exblanquiverde. Le funcionó durante la primera media hora y en parte de la segunda parte. Sin embargo, dentro del campo no supo nadie atajar la vía de agua que generaba De Tomás ni tampoco desde la banda se hizo la más mínima intención de arreglarlo. Buscó el gol con ahínco, incluso, y a punto estuvo de lograrlo en dos o tres ocasiones. Fue lo único que le faltó a un De Tomás al que dejaron libre.

DEFENSA / JUGAR CON FUEGO

Una zona desmantelada a la que nadie ayuda

La defensa ha sido la zona más despreciada en la política de fichajes del club en las dos últimas temporadas. Ese abandono se ha combinado, en esta campaña, con los problemas físicos y extradeportivos (Bijimine). Y, para colmo, se ha añadido la falta de ideas para solventar desde la banda lo que otros, con su política, han generado. Parecía que una defensa de cinco, tres centrales y dos carrileros, podía ser la solución, pero la vuelta de Deivid rompió ese remedio de urgencia. Igual esa ruptura ha sido excesivamente precipitada. Sea como fuere, se sigue jugando con fuego.