Maverick Viñales (Yamaha), de 22 años, hace tiempo que se codea con los mejor del Mundial de MotoGP, pero solo hace pocos meses que está considerado, ya, por todos como un magnífico más. Viñales, que ha ganado las dos primeras carreras de este año (Catar y Argentina), suma tres victorias en 38 carreras. Vean los números de sus adversarios en la categoría reina: Valentino Rossi (88 victorias en 290 grandes premios), Dani Pedrosa (29 en 183), Andrea Dovizioso (2 en 161), Jorge Lorenzo (44 en 158), Cal Crutchlow (2 en 106), Marc Márquez (29 en 74) y Andrea Iannone (1 en 66). No es de extrañar, pues, que al término del Gran Premio de Argentina, Viñales, MVK para los amigos, declarase. “Estoy viviendo un sueño. Mejor que esto, imposible”.

EN BUSCA DEL TRIUNFO Nº 500

Hacia 27 años que un piloto de Yamaha no lograba vencer en las dos primeras carreras de la temporada y fue el míticoWayne Rainey. Yamaha, que no dudó en contratar a Viñales en cuanto supo que Lorenzo se había decantado por Ducati, vive ahora el sueño de haber conseguido para sus filas al rival perfecto contra Márquez, el jefe de filas de Honda, su máxima adversario. De ahí que, después de que Viñales consiguiese para ellos las victorias nº 498 y 499, crea estar en condiciones de lograr la mítica 500, dentro de dos semanas, en Austin (Texas, EEUU), donde Márquez no pierde, desde hace cuatro años, ni en los entrenamientos.

Después de que Rossi, el icono de Yamaha aplaudiese a Viñales en el podio de Termas de Río Hondo e, incluso, le reclamase en la vuelta de honor para que se acercase a su moto y fotografiarse ambos con la cámara on board de la máquina nº 46 para millones de telespectadores, todos los responsables del team proclamaron su admiración por el piloto de Roses. “Sabíamos que tenía un potencial enorme pero, la verdad, está haciendo un inicio de temporada mucho más brillante y arrollador de lo que muchos pensábamos”, reconoció, de nuevo, como ya hizo en Catar, el británico Lin Jarvis, el hombre que lo contrató.

TODO CONTROLADO

“Maverick ha estado prodigioso en Argentina”, dijo ayer el italianoMassimo Menegalli, director del equipo. “Ha protagonizado una actuación increíble, desde la primera a la última vuelta, controlando por completo la carrera. Solo hace falta mirar su hoja de tiempos pata darte cuenta de que lo tenía todo bajo control, no permitiendo que sus perseguidores se acercasen, ni siquiera, a una distancia peligrosa”.

“La moto es perfecta, todo hay que decirlo, y se deja pilotar muy bien. Puedes hacer con ella lo que quieras. No gano yo, gana el equipo”, sentencia Viñales, que considera absurdo, sin sentido, que todo el mundo le de ya como ganador del Mundial cuando esto acaba de empezar. “No pienso en el título, no tiene sentido. Hay que ir carrera a carrera. Esto solo acaba de empezar. La diferencia con Marc es grande, pero restan aún 16 carreras, un mundo”.

LOS LAMENTOS DE MÁRQUEZ

Márquez, por su parte, insiste en que cometió un error imperdonable. “No, no, el fallo no estuvo en la elección del neumático delantero. En Catar, fui conservador y aquí arriesgue demasiado. Pero el error fue mío, no estaba yendo fuera de mis posibilidades, estaba rodando al ritmo del warm-up de la mañana, el problema es que, para nosotros, el duro delantero es muy crítico y, al mínimo saltito, se te cierra de delante. El error es de los que penaliza, y mucho, en un Mundial, pero, al menos, nos caímos intentándolo, no yendo de paseo. Y, además, queda mucho”. “Yo creo que la estrategia de Marc, sabiendo que Viñales estaba fuerte, fue la correcta, el problema es que no le salió como quería”, reconoció Rossi.