Si el miércoles las taquillas cerraban con menos de 1.300 localidades vendidas, anoche lo hicieron con 430, por lo que el papel se agotará hoy mismo, lógicamente, cuando aún restan 48 horas para el encuentro del domingo ante el Valladolid, de nuevo convertido en una final.

Por lo tanto, y por tercer partido consecutivo, la bola estará en el tejado de los abonados que aún no se han animado a ir a El Arcángel en un momento vital para el equipo, ya que el número de asistentes en los dos encuentros anteriores no distaron mucho entre sí: algo más de 17.500 ante el Barcelona B y casi 17.000 ante el Granada.

Además, en la previa del encuentro se repartirán banderas entre todos los asistentes para configurar un mural en el momento en el que se inicie el himno. También se está intentando cerrar de una vez la problemática con el bombo del grupo de animación Incondicionales, prohibido por el reglamento impuesto por la anterior propiedad, ya modificado por la actual y a la espera de que pudiera dar el visto bueno la LFP. No está descartado por completo.