La explosión del fútbol femenino en España ha sido inversamente proporcional a la unión de las partes por hacer crecer este deporte. Después de tres meses de éxitos mediáticos como el primer récord de asistencia en San Mamés (48.121) y el vigente en el Wanda Metropolitano (60.379), las sensaciones son más negativas de lo esperado.

Liga y Federación mantienen su particular guerra respecto a las competencias de la liga, y abril será un mes clave con la celebración el próximo día 29 de una asamblea en Las Rozas en la que el organismo de Luis Rubiales pretende aprobar una nueva competición.

Con esta fecha sobre la mesa, el presidente de la Liga manifestó su negatividad respecto al trabajo que se va a realizar en el fútbol femenino, asegurando que tras los éxitos de los grandes estadios hay que seguir una linea continuista que lleve a atraer más público, patrocinadores y operadoras: "El objetivo es atraer más gente cada fin de semana. Si nos quedamos en estos hechos y días puntuales, fracasaremos". En el 4º Congreso de Fútbol Femenino celebrado en la propia Liga este martes, Javier Tebas dijo que mostrar un mensaje optimista sería hipócrita. "Estaría mintiendo, y mi obligación es decir lo que pienso".

Lo que piensa es que la última propuesta de la Federación de crear una nueva liga, con su propio patrocinador y asumiendo las competencias de organización que le otorgan la actual Ley del Deporte, va a acabar con el trabajo realizado durante los úlitmos años por parte de los clubes y las jugadoras de la mano de grandes patrocinadores. "El mensaje es malo. Las operadoras de televisión y los patrocinadores no quieren ocurrencias, buscan estabilidad", explicó. "Quieren acuerdos que no se cambien en 24 horas".

En la próxima asamblea extraordinaria la Federación pretende votar sobre la creación de un "nuevo modelo" de competición. Con ello dejaría al margen el poder de decisión de la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (Acff), que cuenta con el respaldo de la propia Liga. Una Liga que, insiste Tebas, nunca ha tenido ni tiene intención de ser parte organizadora sino mero apoyo para el crecimiento del fútbol femenino. "Y si el problema está aquí, que parece que todos los problemas de la RFEF son la Liga, nosotros nos apartamos", añadió. "Nos parece bien el interés de la Federación, bienvenida sea, pero que no toque lo que ya funciona".

Para Tebas, el modelo debe basarse en continuar con el trabajo realizado durante los últimos cuatro años, precisamente los de mayor exposición mediática y repercusión. "¿Por qué cambiar lo que funciona? ¿Por qué cambiar el acuerdo de la creación de la Primera B?", se preguntó. "El cambio va a hacer peligrar el futuro del fútbol femenino. Vivimos momentos que me preocupan muchísimo. Quién va a decidir el futuro, ¿los árbitros? ¿Los clubes de fútbol sala? Hay gente que no ha visto un partido de fútbol femenino nunca y va a tomar decisiones. Las normas de gobernanza del fútbol actual necesitan un cambio".