El delantero hispano-hondureño del Córdoba, Jona Mejía, no guarda un grato recuerdo del Nástic de Tarragona, ni mucho menos. El pasado 10 de junio se cerraba la temporada 2016/17 con una última jornada de infarto en la que los catalanes recibían en el Nou Estadi a un UCAM Murcia que, tras casi toda la segunda vuelta fuera de los puestos de descenso, se jugaba en un duelo a cara de perro con los locales la permanencia en la categoría de plata.

Los murcianos llegaban a esta última jornada con 48 puntos, uno menos que el Nástic, por lo que cuando en el partido estaba en el minuto 73’, un penalti cometido por el local Xavi Molina llevó el éxtasis a los jugadores y el banquillo visitante. Jona Mejía, sin dudarlo, cogió el balón para enfrentarse a Manolo Reina, portero del Nástic, y a su destino.

El ahora delantero del Córdoba cogió una buena carrerilla y chutó fuerte y colocado a la izquierda, pero Reina le adivinó la intención, y con una estirada que no olvidarán jamás ninguno de los dos jugadores, despejó el esférico a córner. El éxtasis se apoderó entonces del Nou Estadi y los jugadores locales, embravecidos por la atajada, se volcaron sobre el área murciana para liquidar el envite y la permanencia. Y lo lograron, gracias a un gol de Manu Barreiro en el tiempo de descuento. Jona tiene esta noche la oportunidad de resarcirse de aquel amargo trago.