Al Córdoba CF le espera, si cumple su objetivo, un play off play offcaliente. “Hay que terminar las competiciones respetando su integridad”, declaró este martes Luis Rubiales, que además advirtió que “vamos a intentar proponer la posible extensión de los contratos más allá del 30 de junio”. El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) dejó clara su postura sobre la intención del organismo cuando la competición se reanude, y no es otra que la de que esta se complete, ya que “cualquiera de los escenarios que sean no terminar la temporada no son justos”.

Automáticamente, los números y las fechas entran en juego, ya que en el caso concreto de la Segunda División B, el parón liguero con su consiguiente retraso, no afectaría a 16 de los 20 equipos que componen cada uno de sus cuatro grupos. La Liga regular debía terminar el 17 de mayo, por lo que mirando al 30 de junio como una fecha relevante (“no es un muro infranqueable”, señaló Rubiales), existe un margen de seis semanas para completar las 38 reglamentarias. El próximo domingo se cumplirá el segundo partido aplazado, por lo que aún resta más de un mes de margen para que los clubs puedan disputar sus jornadas con relativa normalidad y respetando la fecha tope de contratos de los futbolistas, el último día de junio. Si la suspensión se alargara más de seis jornadas siempre se podría incluir alguna de ellas, desde la reanudación de la competición hasta el final de la misma, en una intersemanal.

El gran problema para el fútbol de bronce español se centra en las eliminatorias de ascenso a Segunda División, que en principio debían disputarse entre finales de mayo y finales de junio. El próximo domingo se cumplirá la segunda jornada de suspensión o aplazamiento por la crisis sanitaria, por lo que a partir del siguiente fin de semana, el del 29 de marzo, habrá 14 fines de semana hasta el 30 de junio. Tomando como ejemplo al Córdoba CF, y que este se clasifique en cualquier puesto entre el segundo y el cuarto en la tabla, a los blanquiverdes les quedarían, si ascendieran a Segunda División, 16 encuentros para finalizar la competición: los diez de Liga regular, más seis de eliminatorias: dos en octavos, dos en cuartos y dos de semifinales. Por lo tanto, esos 16 encuentros resultarían fáciles de encajar en los 14 fines de semana que hay entre el 29 de marzo y el 30 de junio.

Pero todo el país intuye que el fútbol no se reanudará tras solo dos jornadas de aplazamiento y que la suspensión de las competiciones deportivas se alargará varias semanas más. Por lo tanto, hay que exponer una hipótesis que puede cumplirse, que la Liga en Segunda B no se reanude hasta el primer fin de semana de mayo, con lo que la suspensión se prolongaría durante mes y medio. En ese caso, la Liga regular apenas sufriría y tan solo habría que incluir alguna jornada intersemanal para ganar tiempo con vistas a las eliminatorias de ascenso, ya que serían, entre mayo y junio, nueve fines de semana, uno menos que jornadas de la Liga regular quedan por disputar.

Por lo tanto, esos seis encuentros de play off play offse antojan como la clave para romper la barrera del 30 de junio y toda jornada intersemanal que se incluya entre mayo y junio será tiempo ganado a las eliminatorias de ascenso, para que estas no se alarguen más allá de la segunda o tercera semana de julio. Obviamente, en esa hipótesis entran en juego también los horarios, buscando horas nocturnas o a primera hora del día.

Si la actual suspensión se prolonga más allá del mes de abril y el parón liguero se mantiene por más tiempo, la situación se complicaría aún más a cada semana de paralización que se sume en el mes de mayo. Todo ello para evitar la acumulación de jornadas intersemanales, con el consiguiente desgaste físico que deberían soportar esas cuatro plantillas que disputarán las dos últimas plazas de ascenso, incluida la del Córdoba CF, con el lógico y previsible aumento de las lesiones.