El Adesal Córdoba llegó al parón liguero del pasado 7 de marzo en el liderato del grupo D de la Plata femenina de balonmano. El conjunto fuensantino luchaba por el sueño de un ascenso a la máxima categoría que según su entrenador, Rafa Moreno, mantiene “intacto”.
El conjunto de La Fuensanta aspira a conseguir el segundo salto a la élite de su historia, pues lo obtuvo por primera vez el 11 de mayo del 2013 al ganar por 25-22 al Oviedo en la segunda jornada del último sector de ascenso que se celebró en Valladolid. Las fuensantinas se proclamaron al día siguiente campeonas de la División de Honor Plata al vencer por 30-29 al Mavi de Gijón. Rafa Moreno entrenó a un equipo formado por Merche Fernández, Meriem Ezbida, Inés Hernández, Esperanza López, Irene Espínola, Alba Sánchez, Ángela Ruiz, Leire Blázquez, Adrienn Kovacs, Cristina Gabaldón, Azahara Barea y Fabiola Cuenca. El entrenador, Rafa Moreno, y la actual capitana, Ángela Ruiz, entonces en edad juvenil, son los dos únicos componentes del equipo de entonces que están en el actual.
Una campaña perfecta
El Adesal de la campaña 12/13 ya estaba el 3 de febrero clasificado para la fase de ascenso, ganando al Amposta por 42-28. Para proclamarse campeón del grupo tuvo sin embargo que esperar hasta la última jornada del 6 de abril, en la que superó por 33-17 al Leganés. Las de Rafa Moreno ganaron su grupo empatadas a 31 puntos con el Asisa Málaga. La lucha por el ascenso se dividió en dos fases. En el primer sector, jugado del 26 al 28 de abril en La Fuensanta, ya estuvo cerca de subir el Adesal tras ganar al Aula Cultural (Valladolid) por 25-22 y al Oviedo (28-21). Dos victorias más en el sector de Valladolid, jugado del 10 al 12 de mayo, dieron el ascenso y el título de la Plata femenina al Adesal.
Rafa Moreno recuerda “la fase de ascenso tan bonita que jugamos en La Fuensanta, pues por primera vez llenamos el pabellón. En el segundo sector subimos, quedando además campeones. Me llena de nostalgia acordarme de todo aquello”.
Los recuerdos de una canterana
Ángela Ruiz recuerda que “fue una temporada muy buena. Todavía era juvenil pero Rafa Moreno decidió llevarme a Valladolid. Es una de las mejores experiencias que he tenido como jugadora. Al ser pequeña no había jugado algo a tanto nivel y al tener mis minutos, lo disfruté bastante”.
Al equipo actual lo ve esta canterana “apto para subir. Tenemos jugadoras muy buenas. La mayoría son de casa y han venido chicas de fuera que han reforzado al equipo. Somos además una piña que es lo mejor que puede tener un equipo para llegar a lo más alto”.
La complicada vuelta a la competición
Sobre el regreso a la competición tras la crisis del coronavirus opina que “veo complicado acabar la temporada porque esto se está alargando mucho. Llevamos casi dos meses sin entrenar y quieras o no pierdes la forma. Luego mientras empiezas, te adaptas a los entrenamientos e intentas volver al estado de forma que tenías, estábamos en un momento muy bueno, cuesta. Sería una pena que no se siguiera, pues llevábamos un año extraordinario”.
La jugadora cordobesa pasa mientras estos días en su casa con sus padres e intenta “mantener la forma de la mejor manera posible. Pongo vídeos e intento hacer algo nuevo cada día”.
