El Sporting de Gijón se impuso por 1-0 al líder de la categoría, el Rayo Vallecano, gracias a un gol en propia puerta de Gorka Elustondo a veinte minutos del final, y se sitúa a sólo dos puntos de los puestos de ascenso directo a Primera División. Con esta victoria, el conjunto asturiano suma su octava consecutiva, continúa sin conocer la derrota en su estadio desde la llegada al banquillo de Rubén Baraja, y corta la racha de los vallecanos, que llevaban diez jornadas sin perder.

Además cierra una semana muy complicada, en la que se ha enfrentado a los dos primeros de la clasificación, con dos victorias que le acercan un poco más a los puestos de ascenso a la máxima categoría del fútbol español. La gran actuación de Diego Mariño, Guitián y Álex Pérez, que volvía al once después de lesión, permitió a los rojiblancos secar al Rayo y a su principal arma ofensiva, el ariete Raúl de Tomás, que venía de anotar tres goles en la última victoria de los suyos.

La afición asturiana apretó mucho durante todo el encuentro, especialmente en los minutos finales, con el Rayo volcado en busca del empate. La lluvia, que no cesó en la primera parte del partido, no fue un impedimento para presenciar un gran ambiente en el estadio gijónes, que vivió una de sus mejores noches de la temporada. La primera mitad del partido estuvo marcada por la igualdad, ya que el Sporting empezó mejor, llegando con bastante peligro por la banda izquierda por mediación de Jony, pero los vallecanos se asentaron con el paso de los minutos y metieron el miedo en el cuerpo a los locales en un par de ocasiones.

A los cinco minutos de la reanudación, Raúl de Tomás tuvo la más clara para el Rayo, con un disparo a bocajarro en el área pequeña tras un barullo en el área, que acabó despejando Bergantiños bajo la línea, en una jugada muy protestada por los visitantes, que reclamaron penalti por manos del jugador gallego. Después de esta ocasión Baraja fue a por el partido, retirando a Rubén García para meter en el terreno de juego a otro delantero, el canario Nano Mesa. Una valentía que obtuvo su recompensa, puesto que el conjunto gijonés se adelantó a veinte minutos del final, con un gol en propia puerta de Gorka Elustondo, en un intento de despeje.

Tras el gol llegaron los mejores minutos de juego de los locales, que dispusieron de dos ocasiones muy claras para hacer el segundo. La mejor nació de las botas de Jordi Calavera, con un gran centro que remató Michael Santos en plancha en el área pequeña, pero que repelió Alberto cuando el estadio ya cantaba el gol.

Ya en los minutos finales, el conjunto vallecano se volcó en busca del empate, y estuvo a punto de conseguirlo por mediación de Raúl de Tomás, en un mano a mano, y posteriormente de Bebé, con un disparo cruzado desde el borde del área. Sin embargo, Mariño se mostró muy seguro y mantuvo su portería a cero. Fruto de los riesgos que estaba asumiendo, el Rayo también pudo recibir el gol de la sentencia, pero los disparos de Jony y Nacho Méndez se fueron rozando el palo. Al final los tres puntos se quedaron en Gijón, para éxtasis de su afición.