El estadio La Constitución de Yecla ofreció el espectáculo propio de los partidos de Segunda B. De pipas con sal, bocadillo de chorizo y cerveza -sin alcohol- de lata. Una parroquia local bastante silenciosa pese a que las gradas, pegadas al césped, dan para mucha más animación. Los cánticos solo se escuchaban en la Curvabar, la zona de los ultras del Yeclano donde, curiosamente, estaba ubicado el micrófono de ambiente de la retransmisión televisiva. No hay VAR en la división de bronce y por ello los aficionados yeclanos no nombran a su grada de animación CurVAR o algo parecido. Tampoco da la sensación de que fuera posible técnicamente instalar la tecnología de revisión por vídeo de las jugadas polémicas en La Constitución de Yecla.

Y es que la cámara central no ofrecía la posibilidad de ver las líneas de banda de tribuna, y cuando los córners se botaban en esa banda el espectador debía intuir quién lo sacaba y el número de futbolistas que esperaban al saque en corto. Tampoco se apreciaba cuando el lateral apuraba la cal para salvar una pelota. El comentarista hacía las pruebas de sonido con el micrófono abierto antes de la primera y la segunda parte. «Hola, sí, sí», decía con una voz monótona, con la misma falta de intensidad del speaker.

Da para otro artículo el nivelito de los speakers de estos campos pequeños del grupo IV de Segunda B. En Twitter, los aficionados disfrutaban de la retransmisión y comentaban jocosos las pruebas del narrador de Footters. «Ya estamos en directo», aseguraba con el saque de centro tras el descanso. «En directo llevas un rato», pensaría más de uno. Los banquillos, enfrente de la cámara, y los vestuarios detrás de la portería izquierda. El público, expectante, llegaba de pasar la noche en la Feria, la primera sin lluvias, que permitió que el concierto de Camela transcurriese sin problemas. Puso toda la carne en el asador el Ayuntamiento de Yecla para que sus parroquianos disfrutasen del grupo más paradigmático de las fiestas locales de España.

«Hola, sí, sí», pronunciaba el narrador de Footters durante el descanso, con el micro abierto

Curioso cómo comentaba en directo el partido el periódico deportivo local, Yeclasport, cuya narración estaba patrocinada por Desguaces y Recuperaciones Lorente. El periodista yeclano ofrecía bastante más emoción e intensidad con sus teclas que la que realmente se apreciaba por televisión.

Mención aparte requiere la lesión del árbitro principal, Fernández Vidal, mediada la primera parte. El comentarista televisivo, entre sorprendido y jocoso, recordaba que no hay cuarto árbitro en Segunda B y que «alguien de la grada» tendría que sustituir al colegiado en caso de que no pudiera recuperarse del pinchazo que sufrió en la pierna. Un amigo me dijo, irónico, que ya estaba calentando Pepillo, el utillero todoterreno del Córdoba CF, por si tenía que echarse el silbato a la boca.

La pancarta principal de la Curvabar pedía a su equipo jugar al tiki-taka. Un engaño manifiesto. Si algo brilló por su ausencia fue el juego combinativo. Es más, los centrocampistas eran meras comparsas entre los pelotazos de ambas defensas y los balones a la olla en busca de la suerte del gol. Aunque, tal vez, en Segunda B esto sea el tiki-taka. Tiki, pase en profundidad con la defensa blanquiverde dormida. Taka, disparo de Castillo que supera a Isaac Becerra. Tiki, caraja defensiva blanquiverde. Taka. El segundo del Yeclano.

Los aficionados locales aliviarán la decepción final del 2-2 con una larga semana de Feria por delante

Se dio cuenta Enrique Martín que en la calidad estaba la solución. Su mejor pelotero, Javi Flores, solo necesitó tres conducciones para empatar y casi remontar el partido. En la primera abrió a Fernández para que el centro del lateral lo cabecease a gol Novaes. En la segunda botó una gran falta que sirvió en bandeja el empate de Molina. Y en la tercera encontró con mucha clase la espalda de la defensa para la carrera de Antonio Moyano. Lástima que el pase final del joven cordobés no encontrase rematador.

Tras el partido, el Córdoba CF regresó por carretera rumbo a la ciudad califal. 400 kilómetros después, con un punto en la buchaca que nadie esperaba a diez del final. Y dejando a los yeclanos decepcionados. Eso sí, tuvieron a Camela el sábado y anoche ahogaron las penas con Lola Índigo. No hay empate malo que no solucione una buena Feria.