Los entrenamientos del viernes suelen ser momentos para la distensión, y más conforme la temporada se acerca a su final y es contraproducente un exceso de trabajo físico en las cargadas piernas de los futbolistas blanquiverdes. Una preparación física que no ha sido, ni mucho menos, la idónea, lo que se ha reflejado en multitud de partidos en los que el Córdoba acabó peor que su rival y, sus jugadores, con calambres y gemelos subidos. Pero eso es harina de otro costal.

Ayer, sin embargo, se vieron varias imágenes curiosas que se salen de lo meramente deportivo y entran en el juego del trabajo anímico y del compromiso por parte de la plantilla. Una plantilla que sigue sin cobrar sus nóminas -ver siguiente página- pero de la que su entrenador, Rafa Navarro, se mostró ayer, en sala de prensa, orgulloso. «Tengo la suerte de contar con 24 profesionales que solo hablan del domingo (por mañana) y de sacar esto adelante, solo hablan de fútbol», dijo. Una hora antes, en los momentos finales del entrenamiento desarrollado en la ciudad deportiva, Navarro charló por espacio de 15 minutos con Fernández, uno de los capitanes. «Comentábamos la importancia del partido, me gusta hablar con los capitanes a veces porque tienen un peso específico en el campo», explicó el entrenador de Ciudad Jardín, que espera que el lateral cordobés «transmita al vestuario la importancia del encuentro».

ENGANCHAR AL JIENNENSE

El técnico del Córdoba también quiere recuperar y volver a enganchar a Álvaro Aguado. El centrocampista jiennense no es titular desde el 15 de febrero, en la derrota ante el Granada, no jugó ningún minuto en la penúltima jornada, en la victoria ante el Mallorca, y ni siquiera fue convocado para el partido de Elche. Navarro departió con Aguado, en este caso al inicio de la sesión de entrenamiento. Se les vio muy comunicativos y el jiennense participó con intensidad en todos los ejercicios. Ante el bajo nivel de Blati Touré en Elche, el centro del campo del Córdoba experimentará cambios para el duelo de mañana frente al Lugo, y Aguado vuelve a contar con opciones de demostrar su valía.

ENSAYANDO EL BALÓN PARADO

Otro detalle importante fue el trabajo del balón parado. Carbonell, Menéndez y De las Cuevas fueron los encargados de ensayar y ejecutar libres indirectos y saques de esquina ensayados. Bajo la atenta mirada de Navarro, los atacantes, casi todos teóricos suplentes -Quim Araújo o Neftali, entre otros- se impusieron a los defensas.

La defensa del balón parado es uno de los déficits del Córdoba esta temporada. Sin ir más lejos, encajó goles así ante el Sporting y el Extremadura.