Nunca ha podido ganarle el FC Barcelona al Inter de Milán en un partido de la Copa de Europa en el Giuseppe Meazza. Desde que el Barça de Ramallets, Olivella, Kubala y Suárez batió en 1959 a los nerazzurri en su feudo en un encuentro de la Copa de Ferias (2-4), todas las visitas del cuadro azulgrana al estadio milanés se han saldado con empates (cuatro) o derrotas (una, y particularmente dolorosa, en aquella oscura noche en la que se conjuraron Olegario Benquerença y un volcán islandés de nombre impronunciable).

Acabar con esa maldición histórica es uno de los alicientes del duelo que esta noche (21,00 horas) enfrenta en San Siro a los equipos de Ernesto Valverde y Antonio Conte; un partido en el que el Inter de Milán se juega la clasificación para octavos de final (necesita igualar el resultado que consiga el Borussia Dortmund ante el Slavia de Praga) y en el que el Barça, con el primer puesto del grupo F en el bolsillo, presentará un once plagado de novedades.

Para empezar, Leo Messi, Gerard Piqué y Sergi Roberto se quedaron en Barcelona por decisión técnica. También lo hicieron Jordi Alba y Semedo, que, en la recta final de su recuperación, llevan ya dos días entrenando con el grupo pero a los que Ernesto Valverde prefiere no forzar por ahora. Tras el trámite europeo, al equipo le aguardan un exigente desplazamiento a Anoeta para medirse a la Real Sociedad y el Clásico del Camp Nou ante el Real Madrid, el 18 de diciembre, de manera que se impone la cautela. Hasta seis futbolistas con ficha del filial (Iñaki Peña, Morer, Araujo, Riqui Puig, Carles Pérez y Ansu Fati) forman parte de la expedición y, aunque el técnico deberá hacer dos descartes antes del encuentro, no es descabellado aventurar que alguno de ellos puede incluso salir de inicio o tener una oportunidad durante la segunda parte.

Quien sí jugará con seguridad, porque así lo anunció Valverde, es el guardameta brasileño Neto, que aún no se ha estrenado en un partido oficial como jugador del Barcelona. «Es un gran portero que todavía no ha podido jugar», sentenció el Txingurri, que en el encuentro con la prensa previo al partido de hoy se mostró algo incómodo ante las preguntas, que fueron varias, sobre si las rotaciones en el equipo podían adulterar en algún sentido la competición. «En los dos años que llevo aquí hemos llegado a la última jornada de la fase de grupos con la clasificación hecha y el rival jugándose algo -recordó-. Y no hemos perdido ninguno de los dos partidos. Somos el Barça y se nos exige ir a ganar siempre. Y mañana [por hoy] lo intentaremos igualmente».

ANSU FATI, A POR OTRO RÉCORD / Como es natural, la ausencia más comentada fue la del mejor futbolista del mundo, y más tras su exhibición del sábado frente al Mallorca. «Sabemos lo que es Messi y lo que significa -declaró el técnico barcelonista-. Sabemos el miedo que infunde al adversario. Pero contra el Inter de Milán el año pasado no jugó ninguno de los dos partidos [victoria azulgrana en el Camp Nou y empate en Milán]. Es un jugador determinante, pero no es la primera vez que falta en el equipo y nuestra intención es mantener nuestro estilo de juego y nuestra competitividad», aseguró el míster del equipo azulgrana en las horas previas al partido en Milán.

La ausencia del capitán, sumada a la baja por lesión de Ousmane Dembélé, abre las puertas del once inicial al joven Anssumane Fati, en la que sería su segunda titularidad en partido europeo. A sus 17 años y 40 días, Ansu (que ya tiene el alta médica pero aún arrastra «alguna molestia», según apuntó Valverde) dispondría así de una nueva oportunidad para convertirse en el goleador más joven de la historia de la Champions, una marca que ostenta en estos momentos el ghanés Peter Ofori-Quaye, que anotó un tanto para Olympiacos con 17 años y 195 días (de hecho, el canterano azulgrana tiene hasta el 13 de mayo para batir ese récord de precocidad, aunque es más que probable que las opciones de asomarse al equipo titular disminuyan cuando el torneo entre en la fase de eliminatorias).