Las palabras de varios jugadores del equipo tras el encuentro en el Ramón de Carranza así como las declaraciones del técnico blanquiverde, Rafa Navarro, tuvieron un punto de incomprensión y de extrañeza entre un sector de la afición. El de Ciudad Jardín aseguraba que solo había visto a «once jugadores que lo han dado todo», que «hicimos un trabajo inmenso y ese es el camino» y, enfatizaba que «hicimos un gran desgaste físico». Esta última faceta es la que ha venido sufriendo el Córdoba a lo largo de la temporada. El conjunto blanquiverde ha tenido dos lunares que le han matado en las 31 jornadas disputadas: los errores individuales en defensa y el rendimiento físico. El primero ha llegado a pesar al extremo de que hace unas semanas, en Almendralejo, el Extremadura había disparado una sola vez entre los tres palos en los primeros 45 minutos y se marchó al vestuario con un 2-0 en el marcador. En Cádiz, el Córdoba solo sufrió un disparo entre los tres palos en los primeros 45 minutos, por lo que el error de Quintanilla y Carlos Abad supuso el segundo en lo que se llevaba de encuentro.

En el apartado físico, se puede estar más o menos de acuerdo con Rafa Navarro, pero lo cierto es que sus palabras estaban más que justificadas. El Córdoba, en el Ramón de Carranza volvió a dar el nivel mostrado en el debut del preparador cordobesista, ante el Málaga. De hecho, ante un equipo netamente físico como es el Cádiz, el conjunto blanquiverde recorrió 106,5 kilómetros, mientras que su rival se quedó en 106,1, según datos aportados por las plataformas Instat y Wyscout. Tanto amarillos como blanquiverdes recorrieron prácticamente la misma distancia, lo cual habla bien del rendimiento físico del equipo ante un Cádiz con hombres como Edu Ramos, José Mari, Salvi o David Querol. Pero existe un dato muy revelador sobre el cambio que intenta implantar Navarro a su equipo en lo que a trabajo sin balón se refiere: la distancia recorrida por el Cádiz con posesión de balón fue de 37,4 kilómetros, siendo su media del campeonato de poco más de 31. Navarro entregó el balón al rival, sabedor de los problemas de los de Cervera con el manejo del mismo. La distancia recorrida por el Cádiz sin balón se quedó en 29,2 kilómetros, cuando su media en el campeonato supera los 41 kilómetros. Por su parte, la media del Córdoba en la Liga es de 35,3 kilómetros con la posesión de balón en cada partido, mientras que en Cádiz se quedó en 27,1 y la media de distancia recorrida sin balón es de 37,9 kilómetros, mientras que en Cádiz se fue por encima de los 40 kilómetros.

El Córdoba logró igualar físicamente a su rival, pero aunque ha elevado el listón en otros aspectos físicos, aún no pudo llegar al nivel de su adversario. La media de carreras de alta intensidad durante todos los partidos en el conjunto blanquiverde es de 2,8 kilómetros por encuentro. En Cádiz logró elevarla ligeramente, hasta los 3,1 kilómetros, pero el Cádiz se fue a los 3,6 kilómetros. El Córdoba, en ese aspecto, continúa teniendo un problema de velocidad y para resolverlo tendrá que fijarse, principalmente, en los hombres de ataque.

Pero de vuelta al concepto global de esfuerzo físico, si en las líneas anteriores se ha reseñado que en el trabajo sin balón, la distancia recorrida por el Córdoba, se fue hasta más de 40 kilómetros, muy por encima de la media del equipo en Liga, de 37,9 kilómetros, hay que reseñar también que la media de todos los equipos en Segunda en distancia recorrida sin balón es prácticamente de 39 kilómetros, una cifra que continua siendo de más de un kilómetro de diferencia en cada encuentro. De ahí que la importancia de igualar el rendimiento físico ante un equipo como el Cádiz tome mayor relevancia, pero también mande el aviso de que ese trabajo sin balón no solo debe mantenerse -como se vio también en el partido ante el Málaga-, sino aumentarse. Porque, curiosamente, la media de kilómetros recorridos con el balón en el pie sí que la cumple este Córdoba. 35,6 kilómetros es la de todos los equipos de Segunda y la de los blanquiverdes es de 35,4, de ahí que Navarro se centre en ese trabajo y esfuerzo sin balón que sí se dio en Cádiz. Ese lunar logró corregirlo. Ahora tendrá que lograr que ese trabajo obtenga premio. Y la concentración será fundamental.