Las altas de Diego Godín y Filipe Luis, para acudir al socorro de la maltrecha defensa, son las gran noticia para el Atlético de Madrid, que este martes cierra la fase de grupos de la Liga de Campeones con un partido en Brujas (21.00 h.) en el que no tiene más objetivos que certificar la primera posición del grupo. Conseguida ya la clasificación para octavos, una ronda que no alcanzó la pasada temporada, el equipo de Simeone sigue vivo y sumando en todas las competiciones pese a los problemas que está teniendo con las lesiones.

Su rival para liderar el grupo es el Borussia Dortmund, que llega a la jornada decisiva con dos puntos menos que los Atléticos y visitan el estadio de un Mónaco paupérrimo, que solo ha conseguido un punto en la competición.

El castigo de las lesiones

En la temporada del todo o nada para el proyecto de Simeone en el Atlético, en la temporada en la que se apostó por una plantilla corta, pero muy competitiva, las lesiones están marcando un camino tortuoso, de momento, pero con la dirección correcta.

Lucas Hernández fue el último en caer, con un esguince de rodilla ante el Alavés (no volverá a jugar hasta 2019), lo que precipitó la vuelta de Giménez, recién recuperado y con la alerta roja de recaída constantemente encendida. Además, Savic es baja por sanción, por lo que repite en la convocatoria el canterano Montero, el único defensor que habrá en el banquillo, con Arias, Godín, Giménez y Filipe como titulares.

Vuelve Koke

En el frente de ataque, el Atlético recupera a Koke, mientras que la baja de Costa en la delantera (que se va a prolongar durante dos meses) sigue sin tener un sustituto claro, con Kalinic y Correa como principales aspirantes. Ante el Alavés jugaron los dos, el argentino en banda, y los dos lo hicieron bien, pero ante el Brujas solo cabe uno en el once inicial.