En ese particular Juego de Tronos del fútbol europeo que se dirime en la Liga de Campeones, el FC Barcelona llevaba tres temporadas consecutivas estrellándose contra el Gran Muro de los Cuartos de Final, una imponente pared de errores, infortunio y malas decisiones más allá de la cual reinaban los Caminantes Blancos, liderados por el Rey de la Noche. Pero sucede que este año el Rey de la Noche ha cambiado de bando, tanto él como los Caminantes Blancos han sucumbido a manos de un puñado de jóvenes holandeses armados con dagas de vidriagón y el Barça ha conseguido, por fin, saltar el muro y plantarse en las semifinales de la Champions.

Lo lograron los azulgranas con una victoria contundente frente al Manchester United (3-0) y de la mano del único candidato serio a sentarse en el Trono de Hierro y gobernar los Siete Reinos del fútbol mundial: Leo Messi. “Hay una luz que nunca se apaga”, cantaban los Smiths, orgullo pop de la ciudad de Manchester. Lo saben bien los aficionados del Barça, para quienes esa luz lleva el brazalete de capitán y el 10 en la espalda. Con dos goles en cuatro minutos (los que fueron del 15 al 18), el astro rosarino cortó de raíz el intimidante arranque de partido del United, dejó sentenciada la eliminatoria y acabó con una racha personal de seis años sin marcar en los cuartos de la competición continental. 10 tantos lleva ya esta temporada en la Champions. Más que nadie.

Sergi Roberto, novedad del once

Ernesto Valverde no estaba engañando a nadie cuando, en la previa, insinuó que Ousmane Dembélé podía tener un papel en el último tramo del partido saliendo desde el banquillo, como ya hizo en el duelo de la vuelta de octavos de final frente al Olympique de Lyon. El técnico azulgrana apostó en el inicio por Coutinho y solo hizo una modificación, Sergi Roberto en lugar de Semedo, respecto al once que eligió en Old Trafford. Este cambio de piezas parecía insinuar una cierta voluntad ofensiva que se vio de entrada negada por el empuje de los diablos rojos, cuya ambición atacante, expresada en la presencia de tres delanteros -Lingard, Rashford y Martial-, se tradujo en 10 minutos de dominio abrumador, con remate de Rashford al travesaño incluido.

Una acción aislada que desembocó en una caída de Rakitic dentro del área mancuniana que el árbitro consideró penalti y que el VAR no consideró nada sirvió al menos para enfriar un poco los encendidos ánimos de los diablos rojos, que se quedaron completamente congelados cuando, cinco minutos después, Messi robó un balón beneficiándose de la excelente presión de Rakitic, se paseó por delante de toda la defensa del United y, al llegar a la altura de Chris Smalling, el tipo que le partió la nariz de una manotazo en el partido de ida, soltó un latigazo con la pierna izquierda que se coló a la derecha de De Gea. No se habían apagado aún los gritos de júbilo de la hinchada azulgrana cuando el rosarino explotó una indecisión de Fred y buscó la red con un disparo en apariencia inocuo que se coló por debajo del cuerpo de un desafortunadísimo De Gea.

Dueños del partido hasta el final

El golpe dejó completamente aturdido al United y a partir de ahí el Barça pudo manejar el encuentro a su antojo: gobernando la pelota, presionando los intentos de salida del cuadro visitante, cerrando bien los espacios en defensa y gustándose en ataque. Tanto se gustó que Messi estuvo a punto de marcar de chilena, Suárez lo intentó de vaselina y hasta el habitualmente discutido Coutinho se sumó al festival con uno de esos goles de rosca marca de la casa que tanto ha echado de manos el Camp Nou en este curso. Para redondear el vídeo de los highlights del partido, Ter Stegen, mero espectador durante buena parte del tiempo, se permitió una parada descomunal a remate del exbarcelonista Alexis Sánchez cuando el duelo agonizaba.

Al final, más aliviado que eufórico, el barcelonismo bien pudo hacer suya una de las muchas citas memorables que dejó a lo largo de su carrera Sir Alex Ferguson, el constructor del Manchester United moderno. “Hay gente que, cuando gana, se viene arriba y utiliza superlativos como ‘fantástico’ y ‘maravilloso’. Yo me conformo con decir ‘bien hecho’. Creo que son dos palabras fantásticas”. Solo le faltó añadir: “Y maravillosas”.

3 - FC Barcelona: Ter Stegen; Sergi Roberto (Semedo, min. 71), Piqué, Lenglet, Alba; Busquets, Rakitic, Arthur (Arturo Vidal, min. 75); Messi, Suárez y Coutinho (Dembélé, min. 81).

0 - Manchester United: De Gea; Jones, Lindelof, Smalling, Young; Fred, McTominay, Pogba; Lingard (Alexis Sánchez, min. 80), Rashford (Lukaku, min. 73) y Martial (Dalot, min. 65).

Goles: 1-0, min. 16: Messi. 2-0, min. 20: Messi. 3-0, min. 61: Coutinho.

Árbitro: Felix Brych (ALE). Mostró cartulina amarilla a Suárez (min. 77).

Incidencias: 96.708 espectadores en el Camp Nou. Partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones.