El Córdoba ha perdido la solidez defensiva que le caracterizó desde la llegada al banquillo de José Ramón Sandoval. La derrota ante el Huesca fue un duro palo en el estado de ánims. Pero lo que más preocupa no es caer sino la forma en la que se hizo.

Los cuatro goles encajados ante los aragoneses se suman a los dos que supusieron perder en el Reino de León, una semana antes; al encajado ante el Osasuna y a los dos recibidos en Soria. En los últimos seis partidos el Córdoba ha recibido nueve goles, mientras que en los seis anteriores bajo el mando de Sandoval fueron cinco los encajados. Un déficit de +4 goles en contra en el segundo bloque de seis partidos que el madrileño planeó para la salvación del Córdoba.

El pasado sábado ante el Huesca el equipo blanquiverde volvió a la defensa de cuatro que tan buenos resultados le había dado al inicio de la era Sandoval. Con cuatro atrás se sumó la primera victoria con el de Humanes, por dos goles a uno ante el Valladolid, iniciándose una racha de cuatro victorias consecutivas que tumbaron a Alcorcón (1-2), Lugo (1-0) y Gimnàstic (0-2).

En el partido ante el Oviedo no se perdió por poco (1-1) y el técnico cordobesista decidió implantar una defensa de cinco que, respecto a la eficiencia de goles recibidos, no ha sido solvente. Con cinco atrás el Córdoba empató a uno ante Osasuna en Pamplona y perdió 2-1 ante la Cultural. Si bien es cierto que frente a Lorca y Sevilla Atlético, en El Arcángel, se lograron dos victorias importantes con defensa de cinco, el sistema ya estaba tambaleándose en la mente de Sandoval, que decidió cambiarlo ante el Huesca, con el funesto resultado, ya conocido, de 2-4. La intención del preparador blanquiverde es recuperar su solidez defensiva el próximo domingo ante un Rayo Vallecano que es el máximo goleador de la categoría. Duro reto por delante y muchas dudas en la mente de Sandoval, puesto que pierde por acumulación de amarillas a Edu Ramos. También preocupa el bajón del rendimiento de Aythami Artiles, hasta hace un par de semanas imperial en el eje de la zaga. Recuperar al canario para la causa es esencial para sellar la ansiada permanencia.