"Normalmente no concedo entrevistas a mujeres, ya sabéis", escribió el expívot azulgrana Samardo Samuels en su cuenta de Instagram. El mensaje fue borrado a las horas, pues las críticas al jugador jamaicano no pararon de cesar. Sin embargo, ya era tarde. El mundo lo sabía y su club, el Partizán de Belgrado, también. La reacción de la institución serbia fue inmediata.

"El KK Partizán NIS ha decidido suspender al pívot Samardo Samuels debido a una violación de la disciplina del club, así como de las disposiciones de su contrato. La suspensión estará activa hasta la decisión final de la Junta Disciplinaria, que se reunirá con motivo del escándalo que ha cometido el jugador", explicaba un breve comunicado en la web del club.

El mensaje

El mensaje del jamaicano llegó después del partido de la Eurocopa que su equipo perdió en casa (96-80) ante el Alba de Berlín. Samuels no tubo apenas protagonismo, anotó 12 puntos y consiguió 7 rebotes en los 18 minutos que jugó. Entonces, cansado con la situación, explotó. Y lo hizo a través de Instagram. "Ha sido una noche jodida porque el entrenador ha pensado que era mejor dejarme sentado y mirando. Gracias. ¿Por qué siempre a mí? Dame un respiro", decía el pivote del Partizán.

La decisión del club de suspenderlo se debe, en mayor parte, al comentario sexista con el que terminó el mensaje. Pero también a las criticas que el jugador dirigió a su entrenador, Miroslav Nikolic.

En declaraciones a la prensa serbia, Nikolic aseguró que Samuels "no juega porque no está en forma. Me gustaría que jugase todo el partido, sería bueno para todos, pero de momento no es así. Veremos cómo será la situación más adelante".Y añadió, "mejor que no os cuente cómo se comporta".Preguntado por las quejas del jugador sobre no haber recibido la nómina todavía, el entrenador fue claro: "para recibir el salario hay que merecerlo, lo que él no ha hecho hasta ahora".

Antecedentes

Samuels, de 28 años y 206 centímetros de altura, lleva solo un mes en el Partizan y está viviendo una situación parecida a la que tuvo en el Betis. El jugador fue expulsado de la entidad sevillana después de haber criticado a su entrenador, Alejandro Martínez, a través de Instagram. Entonces, el jamaicano, después de discutir con el técnico, no tuvo reparos en contar en su perfil lo sucedido. Acusó a Martínez de falta de respeto y de no saber entenderlo, confesando, eso sí, que se había negado a jugar en uno de los partidos de pretemporada.