El nivel de esta Segunda vuelve a demostrarse con este Córdoba precomatoso y su horrorosa racha de dos triunfos en las últimas 16 jornadas. El ejemplo es válido cuando a pesar de las sensaciones y números del conjunto blanquiverde, éste aún no se encuentra en puestos de descenso. Es cierto que sólo ha librado una pelota de partido, pero la derrota del Mallorca ante el Oviedo de Borja Domínguez, con el que debutó el gallego ayer, evitó que el Córdoba entrara en puestos de descenso, que siguen estando a dos puntos. Por lo tanto, el encuentro del próximo domingo, ante el Huesca, será caliente. Y no sólo por la situación del equipo.

La tabla deja para la resignación de unos, la melancolía de otros y la indignación de no pocos el dato demoledor de que el líder, el Levante, casi doble en puntación al conjunto blanquiverde. Incluso el Girona, segundo clasificado, saca la friolera de 18 puntos. El dato de que el último puesto de eliminatorias queda a ocho puntos se queda ya como eso, un simple dato. Porque la pelea de este Córdoba, vislumbrada ya en verano, será en la segunda mitad de la tabla y con el descenso pisándole los talones. A diferencia de otras temporadas, no hay ningún equipo descolgado por abajo y el colista, Nástic de Tarragona, está a tan sólo cinco puntos tras caer en esta jornada por la mínima en el Ciutat de Valencia.

El Mirandés y el Almería están a tiro de partido de los blanquiverdes, mientras que el Mallorca, primer equipo en puestos de descenso, está a tan sólo dos. Justo por delante se encuentra el Córdoba, igualado a puntos con el UCAM, que tiene mejor golaverage general que los blanquiverdes. Con un punto más, un Rayo Vallecano que vive una particular marejadilla. O varias. Al caso Zozulya y la indignación de la grada con su presidente, Martín Presa, se une la decisión de Baraja de dejar fuera del vestuario en los partidos a los no convocados.

Con dos puntos más que el Córdoba, el Alcorcón y el próximo visitante en El Arcángel, el Huesca. Y con tres puntos más, el Elche de Alberto Toril. Mirar más arriba de los franjiverdes, hoy por hoy, y visto el estado en el que se encuentra el equipo, suena a utopía.

Por lo tanto, el próximo domingo, el Córdoba candidato al descenso se asomará por segunda vez al abismo. Y con un ambiente más que enrarecido.