El veterano piloto italiano Valentino Rossi (Yamaha), que, en el 2015, derribó a Marc Márquez (Honda) de una patada y solo fue sancionado con salir el último en el siguiente gran premio (Valencia), pero no con la pérdida de los 16 puntos que consiguió con el tercer puesto de aquella carrera, ha criticado, con una tremenda dureza, al tetracampeón catalán de MotoGP al reconocer y confesar: “Tengo miedo de salir a la pista, tengo miedo de correr con él, tengo miedo de lo que me pueda pasar y creo que él cree que corre solo y, además, a mí me trata de forma distinta que a los demás".

"Estoy convencido de que él corre para chocar contra tu pierna y tu moto, sabiendo que él no se va a caer pero tú si te irás al suelo. He hablado con dirección de carrera y les he dicho que Márquez se está cargando este deporte. Ellos tienen que tomar alguna decisión con respecto a Márquez, que, encima, ha venido cínicamente a pedirme perdón, porque si todos corriésemos como él, sin respetar a los demás pilotos, este deporte sería peligrosísimo. Márquez se está cargando este deporte con esa forma de correr”, ha añadido.

Rossi, que lleva nueve años persiguiendo su décimo título mundial sin conseguirlo por la explosión, entre otros, de Jorge Lorenzo y Márquez, se ha caído en el Gran Premio de Argentina después de que Márquez le tocase al perder el control de su Honda “al bloquearse la dirección de mi moto al pasar por un charco en una curva”, según reconoció el ‘nen de Cervera’. A partir de ese instante, Márquez ha seguido remontando posiciones, pues era un segundo por vuelta más rápido que todos los demás y, al final, se ha dirigido al box del equipo Movistar-Yamaha en compañía de su manager, Emilio Alzamora, y del expiloto catalán Alberto Puig, nuevo director deportivo del equipo Repsol-Honda, para disculparse ante Rossi sin suerte.

Porque, en efecto, al llegar al box, tanto el británico Lin Jarvis, manager del equipo, como ‘Uccio’ Salucci, amigo inseparable del ‘Doctor’ desde la infancia, les pidieron, en la puerta del box, con cajas destempladas para que se fueran de allí "¡pero ya!". "¿Ahora os acercáis aquí, a qué? ¡Venga, venga, iros de aquí! ¡Iros! No sé cómo tenéis valor de venir…", les dijo 'Uccio'.

Rossi, posteriormente, explicó que no les dejaron entrar “porque hace tiempo que no nos lo creemos y, además, es que no quiero que me vuelva a hablar, ni a mirar. Insisto, tengo miedo, mucho miedo de correr con él. Porque sé que viene a por mí en cada carrera, pues Márquez se cree que puede hacer lo que le de la gana en cada carrera, sin respetar al resto de pilotos. Este fin de semana ha estado a punto de tirar a diez pilotos y, al final, me ha tirado a mí, lo sabía”.

El nueve veces campeón del mundo cree que “si todos corriésemos así, porque todos podríamos hacerlo, pues cojones tenemos tantos como él para hacerlo, este deporte solo duraría cinco carreras y se acabaría el motociclismo”.

Rossi criticó que Márquez siguiese en la parrilla cuando se le paró la moto. “Márquez sabe que, con el reglamento en la mano, él tenía que abandonar la parrilla, salir desde la calle de box y listos. Pero no, él cree que puede hacer lo que quiera. Y, luego, en la pista ha hecho lo mismo. Ir a por todas, pasando por encima de todo el mundo. Ha ido a por Tito (Rabat), a por Aleix (Espargaró), a por mí, luego por Viñales y, el viernes, se tocó con Zarco y el sábado igual. Insisto, tengo miedo de correr con él y no me siento protegido por la organización del Mundial”.

Y, en ese sentido, tanto Rossi como todo el equipo Movistar-Yamaha, empezando por Jarvis y terminando por Rossi, pasando por Massimo Meregalli, director general del ‘team’, han presionado tremendamente a la organización del Mundial, que, por otro lado, siempre ha protegido sobremanera a Rossi, y, muy especialmente, a Mike Webb, director de carrera, a quien exigieron una sanción superior para Márquez.

“Sabemos que no lo harán que, una vez tomada ya la decisión, no la aumentarán, no la ampliarán, pero Márquez cree que corre solo y no respeta a sus adversarios”, señalaron al unísono tanto Jarvis como Meregalli, a la salida de su entrevista con dirección de carrera.

“Le he dicho a Webb -señaló Rossi- que Márquez está loco y que todo lo que hace lo hace, no porque sea agresivo o tenga un pilotaje atrevido, sino porque lo hace expresamente y contra todos. Es más, yo creo que él quiere que los demás le teman. Y, en referencia a mí, lo ha conseguido, de ahí que no quiero verlo más, ni que se acerque a mí, ni que me pida disculpas, ni que me hable. Ahora esperaré la decisión de Webb y dirección de carrera”.

Una hora después, apareció Márquez ante los medios de comunicación y lo primero que dijo es que no entendió la tolerancia y la autorización que le dieron los comisarios para que, una vez puso, de nuevo, su Honda en marcha empujándola él solito, volviese a colocarse en la parrilla. Y sobre las declaraciones de Rossi comentó: “Me preocupan cero y solo quisiera recordar que lleva 25 años en las motos, que la gente se acuerde”.

Márquez, que reconoció que en el choque con el mayor de los Espargaró tuvo muchísima culpa, confesó que “en el toque con Rossi he tenido la mala suerte de atravesar un parche de agua y no poder controlar la frenada como quería porque la verdad es que la pista estaba muy, muy, delicada”. Ni que decir tiene que el tetracampeón más joven de la historia de MotoGP reconoció que él no hace nada expresamente y que jamás se ha ido a buscar a un adversario "con la intención de tirarlo".

Las explicaciones de Márquez

Márquez reconoció que cuando ha pasado a Aleix Espargaró iba “cuatro segundos más rápido que él y, sí, me he equivocado a la hora de adelantarle”. Y, a continuación, confesó que al llegar a la altura de Valentino ha atravesado un charco de agua “y se me ha cerrado la dirección, le he tocado, él se ha ido a la hierba y se ha caído”. Y, a continuación, fue a pedirle perdón “y respeto que no aceptara mis disculpas”.

A Márquez le preguntaron si le preocupaba el hecho de que haya estallado una nueva guerra con Valentino Rossi, como la del 2015, con 17 carreras por delante. “Me preocupa cero, al final el nivel en pista me he encontrado cómodo y bien. Soy honesto, he cometido un error involuntario totalmente. La pista estaba como estaba y me ha ocurrido lo mismo que le ha pasado a Zarco con Pedrosa o a Petrucci con Aleix”.