Nadie podía imaginar lo que la vida nos tendría reservado para 2020. Rocío Gálvez, nacida en la capital cordobesa el 15 de abril de 1997, se encontraba en la Comunidad Valenciana dejando muestras de su nivel como jugadora del Levante UD. Sin embargo, la preocupante situación surgida con el covid-19 frenó el devenir competitivo dentro del fútbol femenino y la posibilidad de pelear por metas mayores. La joven, lejos de sus familiares y amigos, ha vivido cuatro meses repletos de incertidumbre donde su meta estaba en la calidez que ofrece un abrazo sincero. Mientras tanto, la defensora apretó los dientes para llegar a su plenitud física y resetear lo antes posible de cara a afrontar una temporada 2020-21, donde las miras granotas se sitúan en lo más alto.

-Rocío, prácticamente un mes ya de actividad física después de una situación inverosímil. ¿Cómo ha sido el regreso?

-No puedo negar que lo estábamos deseando. Entrenábamos todos los días y salíamos solas a correr por los parques cuando lo permitieron, pero teníamos ganas de volver a nuestra casa que es la Ciudad Deportiva. Ahora mismo estamos muy bien y con ganas de coger vacaciones para centrarnos en la próxima temporada.

-¿Qué medidas estáis siguiendo con respecto al covid-19?

- No nos podemos juntar con las jugadoras del filial, utilizamos mascarillas y guantes, por poner algún ejemplo. En el club son muy estrictos con la seguridad. Aunque estemos en esta aparente normalidad hay rebrotes por toda España y debemos ir con delicadeza para que todo esté lo mejor posible.

-¿Qué ha notado tras la vuelta al verde? Sobre todo una vez superada una dura cuarentena.

- Ejercitarse en tu casa está bien, pero es verdad que en un campo estás corriendo continuamente. Al principio nos costó como es habitual. Eso sí, a medida que pasaban los entrenamientos se notaba que avanzábamos. Realizar carrera por los parques era complicado mentalmente y la única meta que tenías era la de ponerte bien físicamente y pensar que estábamos atravesando por un pequeño percance en nuestras vidas. Como te comenté anteriormente, nos toca alcanzar nuestro mejor estado y esperar las vacaciones y la pretemporada.

-¿Cómo vivió el estado de alarma en Valencia y todo lo acontecido?

-El grupo se encontraba entrenando y se suponía que continuábamos con el campeonato liguero. Cuando supimos que no sería, las sesiones de trabajo prosiguieron hasta que todo se detuvo. Aún así nos dijeron que nos debíamos quedar y esperar allí.

-¿Y su familia? Ha tenido que ser bastante complicado desde la distancia.

-Al principio era jodido. Llevaba cuatro meses sin ver a mis familiares y deseando que llegaran las ansiadas vacaciones para dar un abrazo a cada uno de ellos. Ha sido un momento duro y complicado.

-El parón se produjo cuando el Levante se encontraba en tercera posición y a cinco puntos de la segunda plaza que tenía el Atlético de Madrid.

-Sí, puede decirse que estábamos en nuestro mejor momento y cogiendo tono después de una serie de encuentros que no se nos dieron bien. Contábamos con una motivación alta y creíamos en nosotras mismas para coger al Atlético. Ha sido una pena, aunque evidentemente era más importante lo que estaba ocurriendo en el mundo.

-¿Considera adecuado que no se reanudara la competición o hubiera preferido que ocurriera como en el fútbol masculino?

-Yo hubiera seguido la Liga. ¿Por qué ellos sí y nosotras no? Y voy más allá. ¿Por qué se pueden jugar play off en categorías infantiles y nosotras no? Me hubiera gustado acabar los partidos que teníamos por delante.

-¿Se ve de otra forma el fútbol femenino o la situación no mejora?

-Pues salen muchas noticias sobre la Real Federación Española de Fútbol y la posibilidad de que las jugadoras podríamos ser profesionales, pero parece que somos las últimas. Espero que siga avanzando y que nos traten como a la competición masculina, por lo menos que se produzca ese paso adelante en forma de profesionalizar el fútbol femenino.

-¿Sentís vuestros derechos protegidos o es un camino largo de recorrer?

-Me temo que todavía queda tiempo por delante. El fútbol femenino siempre ha ido muy poco a poco y entre todas hemos ido metiendo granito a granito. No sé si me llegará a mí o no el disfrutarlo, pero sí lucharé por las niñas que quieran dedicarse a este deporte en el futuro.

-Ya se ha confirmado lo que todo el mundo sabía: el Real Madrid entra de lleno en la Liga. ¿Positivo o negativo bajo su punto de vista? ¿Cree que de nuevo los dos grandes van a focalizar toda la atención?

-Lo veo como algo positivo para el fútbol femenino. El Real Madrid es un equipo grande que apuesta tanto por el masculino como por el femenino y es un avance. A todos los clubes los pones atentos de esta manera y esa lucha contra ellas vendrá muy bien incluso en el apartado económico.

-El Levante no está perdiendo el tiempo y se está reforzando muy rápidamente ¿El nivel del equipo va a más?

-Se han fichado a jugadoras con mucha calidad y esperemos hacerlo mucho mejor también que este año. Seguro que han traído piezas para alcanzar el objetivo. Ahora toca cuadrar bien a las nuevas con las que ya estábamos el año pasado, ir todas a una y que nos podamos meter en la lucha por ser de las tres primeras de España y optar a Europa.

-¿Y su evolución? ¿Ha notado un salto importante desde que salió del Real Betis?

-Siempre que me he ido a un equipo he querido avanzar más y más en todos los aspectos de mi vida y de mi carrera deportivo. El pasado año aprendí muchísimo en el Levante. Tuve unas compañeras muy buenas y considero que estoy sacando muy buen rendimiento.

-Titular indiscutible, un par de goles en su haber, con experiencia en la selección española... ¿Estima que estos buenos registros le podrían abrir las puertas internacionales nuevamente?

-Al final son números que están ahí. No me queda otra que seguir trabajando y esperar esa llamada, pero mi cabeza está al 100% en el Levante y en dar todo por este escudo.

-Y echando un vistazo hacia su tierra. El Córdoba Femenino se mantuvo en el Grupo Sur de la Liga Reto Iberdrola con solvencia. ¿Hasta qué punto es importante que en la ciudad vuelva a tener cabida el fútbol femenino?

-Sigo al Córdoba como no puede ser de otra forma y tienen que seguir apostando por él. Que lleguen a cumplir su objetivo, que no es otro que ascender a Primera, me daría mucha alegría. Estaría muy bien enfrentarme a ellas en mi tierra y en la máxima categoría.

-No solo el propio Córdoba, también el Pozoalbense dejó constancia del buen nivel que existe en la provincia. ¿Qué ocurría para que no se apostara de lleno por el fútbol femenino?

-Antiguamente no se llevaba tanto, parecía que no estaba tan bien visto como en la actualidad. Ahora se ve que puede llegar a tener tanto nivel como el masculino y llegar a donde nos propongamos. En Córdoba hay muchas jugadoras con calidad y eso obliga a los clubes a tenerlas muy en cuenta.

-Vistió el verdiblanco hasta hace unos años. ¿Le apetecería hacerlo con la blanquiverde en un futuro?

-Nunca digas nunca, no se sabe (ríe). Ojalá llegasen a Primera División y ya se vería. Al final es mi tierra y esas cosas tiran.