La pretemporada sigue su curso para la plantilla del Córdoba CF. Los jugadores blanquiverdes cumplieron este jueves con su segunda jornada de trabajo en la ciudad deportiva. Juan Sabas e Isaac Becerra, al igual que ocurriera en la sesión inicial del presente curso 2020/21, fueron las únicas ausencias de un equipo que aumentó considerablemente el ritmo sobre el verde.

El técnico madrileño delegó en su segundo, Manuel Robles, y en el preparador físico, Rubén Betanzos, las directrices a acometer mientras permanezca lejos de la dinámica grupal. No obstante, es posible que su regreso pueda producirse durante la próxima semana si todo va por los cauces correctos. El guardameta, por su parte, confirmó que era uno de los casos afectados por covid-19 covid-19del vestuario y permanece en su hogar sin revestir serios contratiempos.

De las Cuevas disputa un balón con Piovaccari, este jueves, en la ciudad deportiva. / FRANCISCO GONZÁLEZ

Los 23 hombres que formaron en el terreno de juego iniciaron la matinal a las 8:45 horas con los ejercicios de activación -como por ejemplo los socorridos rondos- Precisamente uno de ellos lo compusieron varios de los futbolistas más veteranos del equipo. Javi Flores, Miguel de las Cuevas o Xavi Molina compartieron risas y un rato distendido al mismo tiempo que anotaban los caños que se producían. También tuvieron un instante para conversar con Raúl Cámara, un excompañero que actualmente está en el área deportiva del club. Allí permaneció el que fuera defensor observando al detalle todo lo que acontecía.

Thierry Moutinho circula el balón este jueves, en el segundo entreno de pretemporada. / FRANCISCO GONZÁLEZ

Edu Frías y Juliaan Laverge repitieron junto al preparador de porteros, Sebas Moyano, empleando cada vez más recursos para efectuar los ejercicios. El joven belga -que estará a prueba dos semanas- empieza a conectar y a integrarse de forma acorde, aunque es cierto que su gran apoyo es Darren Sidoel, el único refuerzo confirmado hasta el momento y que coincidió con él luciendo la elástica del KSV Roeselare.

La calurosa mañana avanzó sin problemas y completando etapas con balón, a buen seguro lo que más place tras tantos meses de inactividad. Los pases en poco espacio y empleando varias partes del cuerpo precedieron a dos grupos en los que se debía ejecutar transiciones rápidas -de uno o dos toques- hasta sumar diez en total. Los perdedores tuvieron que hacer una decena de flexiones, circunstancia que provocó alguna que otra carcajada en un ambiente óptimo.

El viernes por la mañana continuará la actividad en las instalaciones deportivas situadas en el Camino de Carbonell. Es el único lugar de encuentro para el vestuario, ya que cada jugador llega en su coche particular, con la ropa lavada en sus respectivos hogares y no hacen parada en El Arcángel, una medida de prevención después de los falsos positivos por coronavirus surgidos.