Los días de resaca suelen ser días de sofá, series y, en casos más graves, litros y litros de agua para recuperar energías tras una larga noche de fiesta. Pero en el caso del Córdoba CF Futsal, nunca una resaca mostró tanta alegría y felicidad.

Tras consumar su ascenso a Primera División en Mengíbar, la expedición blanquiverde tuvo su fiesta en la Feria para mostrar toda la efusividad máxima. La ocasión lo merecía y muchos cordobeses querían felicitar a sus ídolos.

El jugador del Córdoba CF Futsal Pakito (c) fue uno de los más bromistas de la fiesta. MANUEL MURILLO

Quienes no pudieron hacerlo en la última noche de fiesta en El Arenal, sí pudieron hacerlo ayer en la plaza de Las Tendillas, donde decenas de personas quisieron mostrar la alegría que supone tener un equipo en la mejor liga del mundo. Los jugadores blanquiverdes, con su entrenador, Miguel Ángel Martínez Maca, y su presidente, José García Román, llegaron a la céntrica plaza cordobesa en el autobús para ser recibidos por unos 800 aficionados que aguardaron las altas temperaturas registradas ayer. «Orgullosos de nuestros jugadores» o «estos jugadores sí sienten los colores» son algunos de los cánticos que se pudieron escuchar en los primeros compases de la fiesta. Uno a uno fueron pasando todos los jugadores para recibir su momento de gloria y ser coreados, como fue el caso del guardameta Nono. Ya fuera con banderas, bufandas o la camiseta, los nuevos héroes blanquiverdes se encontraban en una nube ante tanto agradecimiento por el trabajo y el esfuerzo realizado.

Los aficionados blanquiverdes, durante el momento en el que interpretaron el himno del Córdoba. MANUEL MURILLO

La fiesta continuaba su curso y llegó el turno de José García Román, uno de los más aclamados de la noche. «Eso sí que es, un presidente», le decían los presentes en Las Tendillas antes de que comenzara su discurso. En primer lugar, quiso dar las gracias a todos aquellos que acompañaron al equipo esta temporada, y en especial durante un play-off de ascensoplay-off lleno de emociones. «Enhorabuena a ustedes no por el ascenso, sino por ser de Córdoba, la ciudad más bonita del mundo». Una vez interpretado a capella el himno del Córdoba, llegó el turno de las bromas con Pakito como maestro de ceremonias. También hubo muchos bailes y risas entre jugadores y aficionados para prolongar durante la noche una fiesta inolvidable.