Muchos aficionados del Córdoba aún recuerdan el pasado verano por el trauma que supuso a nivel social y deportivo en la entidad blanquiverde. Los problemas económicos acuciaban, LaLiga impedía que el club dirigido por Jesús León inscribiese jugadores y así se llegó a mediados del mes de agosto, cuando el ente organizador del campeonato de Segunda División abrió la mano y comenzaron a llegar los fichajes, algunos con ficha del primer equipo y otros, como Erik Expósito o Luismi Quezada, con ficha sub-23.

En medio de aquel marasmo económico que amenazaba con hipotecar la temporada ya arrancada surgió la cuestión de la cesión ejecutada a inicios del verano de Sergi Guardiola al Getafe. Una operación por la que el Córdoba iba a recibir, al menos así lo estipulaba el contrato firmado con el club azulón, varios jugadores cedidos además de una compensación económica. Una jugada interesante en un escenario financiero más sólido, ya que el jumillano tenía una temporada para cuajar en Primera y el Córdoba podría recibir un traspaso más jugoso en el próximo verano. Pero muchos, incluido el propio Córdoba CF, vieron en aquella operación una decisión complicada a la vista de lo sucedido posteriormente. Con una venta de Guardiola se habría solventado el problema con el ya temido límite salarial, lo que habría permitido al Córdoba fichar con soluta. En estas salió al foco Ángel Torres, presidente del Getafe, y a la vista de un sector de la afición del Córdoba bloqueador de cualquier opción de reconvertir esa cesión en una venta pura y dura.

Es curioso que fuese Ángel Torres el encargado, ayer, de sacar las bolas que emparejaron a Córdoba y Getafe en la próxima eliminatoria de Copa del Rey. El morbo es obvio: Torres tendrá que visitar el palco de El Arcángel y Sergi Guardiola el césped, siempre y cuando su entrenador, Bordalás, decida convocarlo el próximo miércoles. Pocos meses después de marcharse al Getafe, club en el que apenas ha contado con minutos en el arranque liguero, Guardiola regresa al estadio del club al que aún pertenece.