Mucho trabajo tiene el Córdoba para la confección de la plantilla de la próxima temporada, en Segunda División B, en la que deberá salir con el objetivo inexcusable de regresar al fútbol profesional por la vía directa. Pero para ello no tendrá más remedio que cambiar la plantilla casi por completo. De los 13 jugadores que tendrán contrato en vigor muchos están llamados a no continuar por diversos motivos y cada caso será específico.

Marcos Lavín, Miguel Loureiro, José Manuel Fernández, Álex Quintanilla, Quim Araújo, Jaime Romero, José Ángel Carrillo y Andrés Martín son los ocho que tienen contrato más allá del 30 de junio, mientras que Josema Sánchez, Sebas Moyano, Alberto Quiles, Víctor Mena y Zelu (que en una información anterior se quedó en el tintero) regresarán tras sus cesiones.

Inicialmente, Marcos Lavín está llamado a ser la alternativa a la portería de la próxima temporada, en la que habrá que incorporar a otro arquero. Tanto de Miguel Loureiro como José Manuel Fernández se espera que den su verdadero nivel en una categoría inferior, mientras que con Víctor Mena, que ha realizado una buena temporada en el Salamanca CF UDS, se cuenta también como alternativa en el lateral izquierdo, para el que se deberá fichar, teóricamente, a otro titular. Los casos de Zelu y Quiles son una incógnita total, ya que el club podría intentar firmar para sus demarcaciones a jugadores con más experiencia, ya que al igual que ocurre con el resto de jóvenes con contrato ninguno es menor de 23 años y en ese apartado la entidad blanquiverde deberá incorporar nada menos que a seis futbolistas.

En el resto, el Córdoba va a tener problemas de diversa índole. Para empezar, Andrés Martín. Varios clubs de Primera han contactado con el Córdoba para hacerse con los servicios del delantero, tal y como informó este periódico, y la cláusula de rescisión de cinco millones de euros es el tope al que se aspira en El Arcángel. Obviamente, una cantidad en torno a la mitad de esa cláusula ya sería un sueño para el Córdoba, pero en este caso el propio club pudo entorpecer la posibilidad de «subastar» al sevillano con un movimiento desde la dirección general que no gustó a su agencia de representación.

Los casos de Álex Quintanilla, Quim Araújo, Jaime Romero y Josema Sánchez son especialmente delicados. Sus fichas -sobre todo la del manchego- son difíciles de asumir en Segunda B, el club tampoco tiene clara su continuidad y hasta alguno de ellos, en círculos de confianza, han mostrado la idea de volar lejos de El Arcángel tras una temporada especialmente dura. Jaime Romero, en concreto, ya está en contacto con algún club de Segunda, por lo que los 250.000 euros en los que está estipulada su ficha en Segunda B -el doble en Segunda- parece que terminará siendo esquivada por el Córdoba.

Aparte de estos cuatro casos, nada fáciles, quedan otros dos que podrían tener una buena resolución para la entidad blanquiverde, aunque habría que seguir esperando a que la actual temporada finalice y que las conversaciones, aún no iniciadas, terminen por fructifican en acuerdos satisfactorios para todos. Por un lado, José Ángel Carrillo. En estas mismas páginas se informó del interés del fútbol israelí en el delantero murciano, cuyo agente, Joaquín Vigueras, también reconoció públicamente tener ofertas por él en el fútbol asiático. El delantero tiene una ficha por encima de los 120.000 euros, pero también una cláusula de desvinculación en caso de descenso a Segunda División B.

Por el otro lado está Sebas Moyano. El de Villanueva del Duque se encuentra cedido en el Mestalla hasta final de temporada con una cláusula de compra por parte valencianista de un millón de euros que a buen seguro no aplicará. El mediapunta no está siendo habitual en el once de inicio del filial ché a pesar de alguna actuación destacada, pero en su entorno tampoco se plantean que milite en Segunda División B. Algún club de la categoría de plata ha preguntado por él e incluso el fútbol inglés es una posibilidad para el de Villanueva del Duque. Su ficha, muy similar a la de Carrillo, obliga a la entidad blanquiverde a meditar sobre el futbolista, el futuro que se puede buscar lejos del Córdoba y el coste que tendrá en la categoría de bronce del fútbol español.

En base a esos parámetros iniciales, menos de media docena de jugadores tendrían claro su futuro como blanquiverde, mientras que con el resto, de una manera u otra, tendrá que sentarse el club. Todo ello sin olvidar que puede habar un par de jugadores o tres de la actual plantilla, que cumplen contrato, y con los que el Córdoba podría hacer un acercamiento para que formen parte de la plantilla en la próxima temporada. Dos casos claros son los de Miguel Flaño y Federico Piovaccari, aunque en el caso del italiano no será fácil. Esta temporada ha estado en el Córdoba por el mínimo profesional y ha anotado una docena de goles, lo cual le abrirá las puertas a otras opciones en Segunda División.

En cualquier caso, la reconversión de la plantilla blanquiverde para la próxima temporada será total, ya que además de esos seis sub 23 el club deberá firmar al menos una decena de jugadores, la mayoría llamados a ser titulares indiscutibles.