Los representantes de las entidades y clubs que gestionan los campos de fútbol de la ciudad decidieron paralizar el proceso de apertura de las instalaciones. Así lo determinaron tras una reunión mantenida en la noche del lunes, durante la cual volvieron a exponer su malestar y sus dudas sobre cómo cumplir con los protocolos sanitarios que exige la normativa por el covid-19. Las entidades han pedido más información al Imdeco y el Ayuntamiento antes de poner en marcha la actividad.

El Imdeco remitió el pasado fin de semana a los clubs cordobeses el protocolo de uso de campos municipales para la fase 3 de desescalada, que se inició el lunes. En lo que se refiere a las instalaciones, el organismo señala que habrá que desinfectar cada instalación previamente a su apertura. Asimismo, indica que cada club de fútbol deberá nombrar un coordinador de apertura, que será el responsable del cumplimiento de toda la normativa establecida para la apertura de la instalación. «Este responsable vigilará el cumplimiento de la normativa en vigor de forma general y de todas las medidas específicas que se establezcan en la instalación deportiva en concreto que su club gestione», indica el documento.

Los clubs de fútbol base de la ciudad trataron en su reunión sobre dicho protocolo, con el que se han mostrado críticos, ya que entienden que dicha desinfección debería ser realizada por Sadeco, pero también se habló de las licitaciones, un asunto en el aire y en el que entienden que el organismo municipal «se ha puesto de perfil».

En el protocolo, el Imdeco obliga a que la puerta de acceso a la instalación esté cerrada al público y debe estar vigilada por personal del club para garantizar el cumplimiento de las medidas. En cuanto a los padres de los jugadores, el organismo indica que solo podrán entrar al recinto para trámites relacionados con sus hijos y con cita previa, «no pudiendo permanecer en el recinto, una vez acabados estos. No se atenderá a ningún padre o madre sin cita previa», remarca el documento enviado a los clubs.

Además, para estos casos concretos, cada club «deberá habilitar un espacio para atención a los padres de los jugadores de forma que puedan ser atendidos individualmente, evitando aglomeraciones en el acceso a estos espacios y con medidas de protección adecuadas a la normativa en vigor, como separación física y desinfección periódica de estos espacios», que los clubs entienden que debería realizar Sadeco.

El protocolo remarca que «no se permite la presencia de padres, madres o público general durante los entrenamientos programados en la instalación» y, además, será necesario habilitar en cada recinto «una puerta de entrada y otra de salida de los jugadores y técnicos de la instalación que impidan cruces de personas, aglomeraciones o espacios de encuentro».

ENTRENAMIENTOS / Tampoco se podrán utilizar vestuarios ni bares y tan solo se abrirán un aseo masculino y otro femenino, que serán desinfectados conforme a la normativa en vigor. El protocolo del Imdeco señala que «se podrán programar entrenamientos individuales de hasta 20 deportistas más un entrenador y de una hora de duración máxima» y que el acceso al terreno de juego se realizará por un lugar diferente al del abandono del mismo, de manera que se impida el cruce de personas, aglomeracios o espacios de encuentro.

En caso de que no fuera posible habilitar un lugar de entrada y otro de salida del terreno de juego, se programarán los entrenamientos con una separación horaria de diez minutos para evitar el cruce de grupos de personas.

El número máximo de jugadores en campos de fútbol siete será de 20, mientras que en los de fútbol once será de 40, «separados y garantizando las medidas de seguridad establecida»”, remarca el documento. Finalmente, el material utilizado se desinfectará al finalizar cada sesión de entrenamiento «con disolución de lejía 1:50 o virucidas establecidos».