El Real Madrid deja atrás el empate en el primer derbi madrileño del Wanda Metropolitano y apartó por momentos su mala situación liguera, a diez puntos del Barcelona, para poner su mente en el Apoel y el inminente encuentro de la Liga de Campeones que comenzó a preparar con sus suplentes.

Sin Sergio Ramos, que se sometía a pruebas que confirmaban la fractura de los huesos propios de la nariz, los que fueron titulares en el Metropolitano completaron una sesión de recuperación con suave carrera sobre el césped para soltar las piernas antes de la parte de fisioterapia. Además, el parte médico difundido no estimó por el Real Madrid los siguientes pasos que seguirá con su capitán pero confirma lo que se esperaba cuando Ramos tuvo que abandonar el partido del Wanda Metropolitano en el tiempo de descanso.

La fuerte patada que recibió en el rostro de Lucas Hernández le ha provocado la fractura del tabique nasal y ahora el jugador debe decidir con doctores y cuerpo técnico si pasa por el quirófano para perderse varios partidos o sigue jugando con una protección.

Ramos publicó un tuit en su cuenta oficial en el que señala que «volvería a sangrar una y mil veces más por este escudo y esta camiseta. Gracias a todos».