REAL MADRID 7

DEPORTIVO 1

Goles: 0-1 (23’) Adrián; 1-1 (32’) Nacho; 2-1 (42’) Bale; 3-1 (58’) Bale; 4-1 (68’) Modric; 5-1 (78’) Ronaldo; 6-1 (84’) Ronaldo; 7-1 (88’) Nacho.

Árbitro: Fernández Bordalán, andaluz.

Campo: Santiago Bernabéu (63.504).

Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Varane, Nacho, Marcelo; Casemiro, Modric (Kovacic, m.76), Kroos; Bale (Lucas Vázquez, m.82), Cristiano Ronaldo y Borja Mayoral (Benzema, m.64).

Deportivo: Rubén Martínez; Juanfran, Schär, Steve One, Luisinho; Borges (Colak, m.54), Guilherme, Mosquera (Edu Expósito, m.48); Lucas Pérez, Florin Andone (Carles Gil, m.79) y Adrián López.

El Real Madrid recuperó de golpe con dobletes de Nacho, Gareth Bale y Cristiano Ronaldo más un tanto de Luka Modric, la pegada perdida en su irregular temporada, para remontar al Deportivo de la Coruña en el Santiago Bernabéu, con una goleada que debe servir como punto de inflexión y frenar su caída. Un movimiento que demostrase la mano del entrenador era obligado en el momento de zozobra del Real Madrid. Zinedine Zidane no podía seguir perplejo, aunque con ello señalase a alguno de sus intocables. Le tocó a Isco, el eslabón débil siempre que Gareth Bale está de vuelta, pero la necesidad de recuperar su pegada demandaba un cambio. Un nuevo tridente, mientras se contaban los minutos para el reencuentro de la BBC, asomaba por el Bernabéu de inicio con Borja Mayoral en punta. Una vez asumida una realidad impensable a inicio del campeonato para arrancar la segunda vuelta, sin opciones de pelear por el título, buscando nuevos rivales y comenzando quinto clasificado, fuera de puestos de Liga de Campeones, la necesidad aparecía en casa del Real Madrid. El Dépor, en descenso y con poca autoestima, parecía un rival apropiado para la reacción sobre el papel, pero como todo visitante del Bernabéu tuvo sus opciones para dar la sorpresa pero le faltó creérselo primero y ser un equipo después. El gol de Adrián en el 23’ hizo temer lo peor a la parroquia blanca, pero esta vez fue un espejismo. Ronaldo, Bale y Nacho marcaron dos tantos cada uno para calmar la inquietud, y Modric también se sumó a la fiesta.