El Real Madrid se enfrenta este viernes a las 21,00 horas al CSKA Moscú en la capital española, en otro partido clásico de la Euroliga, con el convencimiento de que quizá el equipo ruso haya perdido algo de glamour tras las salidas de jugadores tan importantes como el Chacho Rodríguez, Nando de Colo y Cory Higgins, pero que sigue siendo igualmente peligroso.

La mayor pérdida del CSKA es la baja de Will Clyburn -rotura del ligamento cruzado de una rodilla-, pero, con uno de los mayores presupuestos de la competición, sigue teniendo jugadores importantes y de calidad como para aspirar a todo. El CSKA, además, es de los pocos equipos que tienen un balance muy favorable con el Real Madrid, que en lo que va de siglo es de 7-18, 4-7 en Madrid y 9-2 en Moscú. Algo a tener en cuenta.

Laso confirmó que tanto Felipe Reyes como Salah Mejri, que ya han empezado a ejercitarse con el equipo dada su mejoría, serán baja y también "prácticamente", según el entrenador, Jeff Taylor que este pasado miércoles fue operado de fractura en los huesos propios de la nariz.

El Madrid pierde a su especialista defensivo, algo que vendría muy bien para rebajar las prestaciones de un Mike James en estado de gracia en el equipo ruso.

El equipo de Laso crece desde la defensa y eso es algo que deberá volver a poner en la pista para intentar doblegar al CSKA. Como ante el Khimki volverá a ser importante la puesta en escena, entrar a tope desde el salto inicial.

La pista madridista hasta ahora ha sido inexpugnable, tanto en Euroliga como en Liga Endesa y eso siempre da un cierto respaldo, aunque en estos partidos al más alto nivel y con mucha historia detrás poco importe.

El nivel de juego de los jugadores de Laso ha ido subiendo poco a poco, tras un inicio poco regular fuera de casa que les costó tres derrotas consecutivas como visitante. Ahora el equipo acumula cuatro victorias consecutivas en la máxima competición europea.

Con el ambiente en las gradas asegurado, el Madrid quiere seguir con su paso firme hacia los puestos altos de la clasificación, que ya roza con los dedos, pero enfrente tendrá a todo un CSKA quizá con menor glamur que la pasada temporada pero igualmente peligroso.

LOS CULÉS, ANTE UN RIVAL DIRECTO

Mientras, el Barcelona recibe, también este viernes a las 21,00 horas, al Maccabi Tel Aviv, un rival directo de la zona alta de la Euroliga que pondrá a prueba la solidez como local del colíder del torneo. En el segundo de los tres partidos consecutivos que disputará como local, el conjunto de Svetislav Pesic buscará poner tierra de por medio con los israelíes.

Después de vencer y convencer el martes contra un Fenerbahce en caída libre (89-62), suma el equipo catalán un balance de siete victorias y tan solo dos derrotas, todas ellas lejos del Palau Blaugrana.

Como local, el Barça se siente fuerte, especialmente en defensa. Ante el conjunto turco, Pesic dio con la tecla. Prueba de ello fue que, tras los tres primeros periodos, su equipo solo encajó 40 puntos. Unas cifras que, más allá del bache anímico por el que pasa el Fenerbahce, le permitieron brillar en ataque.

Contra el conjunto turco, sobresalió por encima de todos Cory Higgins, autor de 22 puntos. Cuando el escolta estadounidense anota con facilidad desde el perímetro, el Barça lo agradece. De hecho, las dos únicas derrotas europeas, en las pistas del Real Madrid y el Armani Exchange Milán, Higgins anotó seis y siete puntos, respectivamente.

Si a la aportación del estadounidense se suma la solvencia de Nikola Mirotic (17,8 puntos por partido) y la jerarquía en la zona de Brandon Davies, el Barça se convierte en un equipo muy sólido.

El Maccabi será un rival temible, a pesar de la última derrota en la pista del Milán (92-88), que puso fin a una racha de seis victorias consecutivas del equipo israelí.