Yeda, la segunda ciudad más relevante de Arabia Saudí, situada a orillas del Mar Rojo, apadrina el pulso final por la nueva Supercopa, un derbi en toda regla que sitúa frente a frente al Real Madrid y al Atlético Madrid (19.00 horas), dos equipos en alza.

La ebullición de un proyecto como el de Zidane, aproximado a su mejor nivel ante la aparente transición del grupo de Simeone, de vuelta hacia el talante competitivo que ha sido su seña de identidad en los últimos años.

El Real Madrid aspira a su undécimo título desde que el torneo fue refundado como tal. El primero desde que en el 2017 dejara en evidencia al Barcelona. Para el Atlético Madrid, el éxito en el King Abdullah Sports City sería el tercero. En 1985 venció al conjunto azulgrana y en el 2014 al Real Madrid, en el único precedente entre ambos equipos en esta competición. La Supercopa ha iniciado en Arabia Saudí una nueva era. El que salga vencedor del primer título en juego de la temporada inaugurará el historial de un evento reconvertido.

Desde ahora ya no es cosa de un campeón. Este será el caso. Ni Real Madrid ni Atlético ganaron trofeo alguno en el curso pasado. La Liga fue del Barcelona y la Copa del Valencia, que ya están en España. Acumula el Real Madrid 15 encuentros sin perder, con 10 triunfos y cinco empates. No pierde un encuentro desde que cayó en Mallorca, el 19 de octubre del pasado año.

Ha acelerado el paso también el Atlético, asentado en un mejor juego y unos buenos resultados. Simeone ha encontrado el equilibrio sobre el césped y el sosiego con los resultados. Desde que cayó frente el Barcelona en el Wanda el pasado 2 de diciembre, el Atleti ha reconducido su situación.

Yeda puede proporcionar a Zidane un nuevo trofeo. No ha bastado todo lo que ha ganado para elevar su consideración. Al menos para algunos. Sin embargo, las maniobras y los giros tácticos puestos en escena recientemente han elevado su prestigio.

No ha tenido contratiempo alguno el plantel madridista en Yeda. Asensio, Hazard, Benzema y Bale son sus ausencias. Se quedaron en Madrid y ninguno, ni siquiera el galés, estará en la final contra el cuadro rojiblanco.

La puesta en escena de cinco centrocampistas en la semifinal contra el Valencia no garantiza, ni mucho menos, una estrategia similar en la final. No es dado a ello Zidane, que suele mover el árbol. La entrada de Rodrygo o Vinicius en ataque puede ser una opción en el once. Modric, extra utilizado recientemente, estaría en el banco.

Menos tiene que demostrar Simeone. Un preparador reputado, considerado entre los mejores del mundo, que ha acomodado a su equipo entre los ilustres del Europa. Desde que aterrizó en la entidad en diciembre del 2011 todo ha cambiado. El club ha dado un salto de calidad incuestionable. En Yeda, el Cholo suspira por su octavo trofeo para alargar la exitosa trayectoria reciente rojiblanca. Una Liga, una Copa del Rey, dos Liga Europas, dos Supercopas de Europa y una Supercopa de España, resumen su buen hacer en el banco atlético.

Menos variantes aventura el posible once rojiblanco. La ausencia segura de Koke, herido de guerra de la semifinal, donde recayó de su lesión muscular, reduce el margen de maniobra del técnico, que puede recuperar al central uruguayo Jose María Giménez, fuera del choque ante el Barcelona.