La empresa de Zinedine Zidane, al frente del nuevo Madrid de siempre, no se un trabajo sencillo. El francés prometió una renovación de equipo y, a menos de dos semanas del inicio de La Liga y con las posibilidades de compra y venta a punto de reducirse drásticamente, sigue con Bale y James en Valdebebas y sin el deseado reemplazo para el extenuado centro del campo.

Mientras se desbloquea la operación de Van de Beek, la más cercana, el equipo afronta los dos últimos partidos de una pretemporada desalentadora y preocupante, con los nombres de siempre y las sensaciones de la última temporada.

El cierre del mercado inglés se precipita sin remedio y el Madrid todavía está con su gran operación, la de Paul Pogba, sin visos de una resolución rápida y satisfactoria. Si el Madrid fuera un participante en una carrera de orientación por la montaña, a estas alturas estaría a punto de llegar al penúltimo punto de control, antes de la meta, con un retraso considerable y con el norte desviado.

ACELERÓN POR VAN DE BEEK

Ante la inactividad en la negociación por Pogba, el club presidido por Florentino Pérez hizo el primer movimiento en Ámsterdam, con la esperanza de que desencadene una sucesión de acontecimientos que terminen con el francés en Madrid.

Ese movimiento fue el anuncio oficioso del acuerdo con el neerlandés Donny van de Beek, que no disimuló demasiado tras marcar y asistir en el primer partido de la liga con el Ajax: “Es verdad que el Madrid está en contacto con el Ajax para negociar mi fichaje”, comentó, con un discurso medido para hacer público y noticiable el interés blanco en su fichaje.

En el Ajax lo dan casi por perdido: “No queremos perderlo, pero sabemos que puede salir y cuando clubes del calibre del Real Madrid entran en escena la cosa se pone difícil”, dijo el técnico Ten Hag. Pero lo cortés no quita lo valiente, el acuerdo con el club holandés no está cerrado (la negociación se mueve alrededor de los 60 millones de euros) y el atacante jugó anoche con su equipo en Salónica (Grecia) en la ida de la previa de la Liga de Campeones ante el Paok.

ILUSIÓN PERDIDA

El Ajax tratará de exigir la máxima contraprestación económica de un necesitado Real Madrid, que apura las últimas semanas de trabajo antes de afrontar el inicio de Liga ya en negativo, con el deber de recomponer la ilusión perdida en Estados Unidos ante el Atlético.

De la mano de los avances en el fichaje de Van de Beek llegó el primer atisbo de desbloqueo en la situación de un Pogba, que no jugó en el último amistoso del United, desatando las tesis de cómo el francés está presionando a Solskjaer para no perder el tren que el Madrid le ha hecho ver que se le puede escapar.

A un día de que se cierre la posibilidad de fichar para los equipos ingleses, el indicativo más claro de cómo marcha la negociación por Pogba es la inacción del Manchester United para encontrar sustituto. Con las negociaciones estancadas con la Lazio por el serbio, nacido en Lleida, Sergej Milinković-Savić, la opción del danés Eriksen es la que gana enteros, además de otras opciones como Bruno Fernandes.

La mejor baza para el Madrid sería un intercambio por Bale o James, aunque el United no parece por la labor y, de paso, el cierre de la ventana de traspasos en la Premier le cierra otra puerta de salida a los problemas que tiene Zidane. Mientras, Pogba sigue entrenando con el United, que no se mueve de su petición de una oferta de 160 millones de euros para negociar por su jugador franquicia. Van de Beek y Pogba son primeras opciones, complementarios, no sustitutivos, necesarios para mutar hacia una versión más física.

El equipo juega este martes (18.00 h.), en Salzburgo ante el Red Bull, el primero de los dos amistoso que le quedan, antes del debut en Liga el 17 de agosto, en Vigo ante el Celta, con las novedades de Casemiro y Militao.