El Reus-Córdoba de la 18ª jornada de Segunda División se disputará en su fecha y horario previsto, mañana a las seis de la tarde en el Camp Nou Municipal de la ciudad reusense. Al menos esa es la decisión de la Presidenta y Jueza Única de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Carmen Pérez González, que ayer por la tarde-noche estimó que «no concurren las circunstancias previstas en el reglamento ni razones de fuera mayor» para que el partido sea aplazado. LaLiga solicitó la suspensión del partido, dado que los jugadores del Reus llevan tres meses sin recibir sus nóminas por parte del club catalán, propiedad de Joan Oliver.

LaLiga tenía el apoyo del Córdoba CF, estimando tanto la patronal de clubs como la entidad blanquiverde que las circunstancias eran excepcionales, y que los futbolistas del Reus tendrían unos factores que podrían impedir que disputasen el partido en las condiciones adecuadas.

La jueza Pérez solicitó tanto al Reus como al Córdoba que manifestasen su postura antes de ayer a las cuatro de la tarde, lo que ambos clubs hicieron con sendos escritos. Además, la también presidenta de competición de la RFEF tuvo en cuenta las «12 solicitudes de cancelación anticipada de licencia», es decir, las 12 denuncias de otros tantos futbolistas del Reus ante la Comisión Mixta de LaLiga y la AFE, organismo este último que representa a los futbolistas españoles. Estos 12 jugadores del Reus no aceptaron la propuesta previa de LaLiga, que a inicios de esta semana propuso avalar el pago de sus nóminas y la garantía de cobro de sus sueldos en lo que queda la temporada. Entendieron que el aval no cubría al resto de empleados del club, que también tienen impagos, y rechazaron el ofrecimiento de LaLiga.

LA RFEF DECIDE

La situación llegó ayer a la RFEF, que debía tomar la decisión. La Federación entiende que el Reus tiene «tres días hábiles» para responder a la denuncia y acometer el pago de las nóminas atrasadas. Ayer su propietario, Joan Oliver, afirmó a medios de comunicación catalanes que el sábado, el mismo día del partido ante el Córdoba, dispondría de «inyección financiera» externa para poder pagar.

La jueza de competición de la RFEF estima que el plazo para que se paguen las nóminas expira el próximo lunes, al ser mañana y pasado mañana -sábado y domingo- días no hábiles. «El plazo expira el próximo lunes día 17 de diciembre, esto es, después del partido», recoge el escrito emitido ayer. Es más, recuerda que «el club (en este caso el Reus) puede dejar sin efecto» la denuncia «mediante el pago íntegro», continúa la resolución. «Sería entonces, y no antes, cuando cesaría» la relación laboral entre la plantilla y el club reusense, lo que liberaría a los jugadores para firmar por otros equipos. Este organismo entiende suficiente aval el dado por el Reus, ya que asegura que «no existe inquietud, duda o preocupación en el club afectado». La entidad rojinegra, en su escrito de alegación, no compartía el aplazamiento del partido y manifestaba «su más firme oposición».

UNA OPCIÓN IMPROBABLE

Así, la pelota queda ahora en el tejado de los jugadores, los únicos que pueden evitar la disputa del Reus-Córdoba previsto para mañana. Y es que se exige, según el reglamento, que sean al menos 12 futbolistas profesionales los que entren en la convocatoria, y siete de ellos deben estar en el campo en todo momento. El Reus tiene 16 jugadores profesionales, y además una parte importante de la plantilla, antes de conocerse el escrito de la RFEF, no querían jugar el encuentro. Hoy a las 12.30 horas del mediodía está prevista una rueda de prensa de la plantilla del Reus, en la que explicarán las razones de la denuncia al club y anunciarán si se presentarán o no en el campo. El Córdoba CF, por su parte, «acata» la decisión de la RFEF y se montará en el AVE rumbo a Reus. El tren parte a las 15.42 horas y para entonces ya se conocerá la opinión de los jugadores del club reusense. Ello puede deparar una curiosa estampa en la estación de Renfe de Córdoba. Así las cosas, y a expensas de que los futbolistas del Reus se opongan por incomparecencia, el organismo que toma la decisión final, la RFEF, ya se ha posicionado. Y todo apunta a que el Reus-Córdoba se jugará mañana, en un ambiente extraordinario, con un estadio municipal a rebosar ante el que puede ser el último partido del equipo catalán en Segunda División esta temporada.