A sus 33 años, Razak Brimah ha encontrado su segunda juventud en el Linares, club al que llegó en el verano del 2019, con el que consiguió subir a Segunda B y en el que ahora aspira a un segundo ascenso consecutivo. En el equipo jiennense, líder del Subgrupo 4B, Razak oposita también a lograr el Zamora en el Grupo 4. El guardameta, nacido en 1987 en Accra (Ghana), cree que el “secreto” del Linares, rival este domingo del Córdoba CF, está en “la humildad, el trabajo y en tener un vestuario muy sano”. El exarquero blanquiverde guarda un sensacional recuerdo del club blanquiverde, al que llegó en 2013 para el filial y en el que tuvo un papel relevante en la campaña 2015-16, en la que se quedó a las puertas del ascenso a Primera. “Volver a El Arcángel es algo único, me dará mucha alegría jugar de nuevo en la que fue cuatro años mi casa”, afirma sin dudar.

-El Linares está en un momento sensacional.

-Sí, estamos trabajando bien desde el principio, sabemos lo que tenemos que hacer y la suerte nos está acompañando. Pero vamos semana a semana, con la idea de que cada partido es una final. Estamos jugando finales desde la primera jornada y el domingo tocará ante el Córdoba CF, y también lo será. Cada final nos llevará donde nos tenga que llevar.

-¿Se considera en una segunda juventud a sus 33 años?

-El trabajo es de todo el grupo, me siento muy bien, arropado por mis compañeros y por el cuerpo técnico. Cuando uno está tranquilo y tiene gente buena alrededor todo sale bien. A mis 33 años he aprendido de compañeros, de entrenadores, me gusta aprender de todos y ello me permite avanzar. Me encuentro con más experiencia y tengo la suerte de tener buenos compañeros, buenos amigos. La vida es aprender y avanzar, pero aún no hemos terminado. Cada día intento mejorar, escuchar los consejos y ponerlos en práctica.

-¿Qué etapa le ha marcado más?

-Perder la final de la Copa de África en el 2015, y luego la fase de ascenso a Primera con el Girona cuando estaba en el Córdoba, me marcaron mucho. Aprendí para que no me pase más y afrontar cosas positivas. Aquella temporada 2015-16, porque tuvimos muy buen año y fue muy bien. Lástima del último partido contra el Girona, en el que perdimos. Pero el fútbol es así, fue una campaña muy especial y nunca la olvidaré.

-¿En Sudáfrica le llegó la lesión, no?

-Quería aprender y probar algo nuevo. Me hablaron muy bien de Sudáfrica y fue una experiencia muy buena hasta que me llegó la lesión de rodilla. Después de 18 meses sin jugar me llamaron hablándome del Linares. Decidí ir para disfrutar de nuevo del fútbol en España, y mira dónde hemos llegado. Tengo que agradecerlo al club, a mi hermano Abu y al entrenador de porteros, Mario Bazán, que también me convencieron.

-El domingo vuelve a El Arcángel, aunque sin público

-Es una lástima, pero para mí es un partido muy especial, muy importante, con un Córdoba CF que me ha dado mucho. Allí me han demostrado que me quieren y que me apoyan. Siguen apoyándome sea donde sea, aunque esté en Linares. Volver a El Arcángel es algo único, me dará mucha alegría volver a jugar en la que fue cuatro años mi casa, es algo para mí inolvidable.

-¿Cómo ve al Córdoba CF, cree que puede reaccionar aún?

-Es una lástima que con una ciudad tan bonita, con gente tan espectacular, y que deportivamente la cosa no acompañe. Espero que después del domingo pueda ganar el resto de partidos.

-En la ida ganó el Linares y Sabas fue cesado.

-Nosotros tenemos la fama de que cada vez que ganamos, el rival echa al entrenador. Espero que esta vez no sea así. Iremos a hacer nuestro partido, a ganar. Después del domingo, con todo el respeto y el cariño, espero que el Córdoba CF pueda remontar en las siguientes semanas.

-¿Su reto es lograr dos ascensos en dos años?

-Siempre he dicho que el fútbol es determinación, saber lo que quieres hacer, y nosotros lo sabemos. Nuestro míster nos mete la idea muy clara, más clara que el agua. Somos un equipo humilde, con compañeros humildes, que quieren jugar en el futbol profesional. Si nos ves entrenando, es espectacular. Todo el mundo corre, todo el mundo se apoya y luchamos mucho. Así es como llegan los resultados. Espero que podamos seguir así muchos años.

-¿Cuál es el secreto del Linares?

-El secreto es la humildad y el trabajo, así lo creo. Tenemos otro secreto muy importante: un vestuario muy sano con gente muy alegre, muy bromistas, y lo pasamos muy bien. Nadie quiere irse porque somos como una familia. Ojalá podamos conseguir lo que queremos.

-¿Cómo sería celebrar el ascenso a Segunda?

-Sería algo muy bonito y único, que en un año y medio lográsemos subir dos categorías. Para nuestra ciudad, que últimamente está pasando una mala racha, y también para la plantilla, que tanto deseamos poder disfrutar de un ascenso. Sería algo muy especial, escribir nuestro nombre en la historia del club.

-¿Pero pasito a pasito, no?

-Cada semana una final, pasito a pasito hasta poder conseguirlo.