Rafael Nadal otra vez sufrió en el arranque, otra vez encontró el camino, y ya está en la cuarta ronda del Abierto de Estados Unidos. Tras un principio de partido extremadamente complicado frente a Leonardo Mayer, que se llevó el primer set en el tie break, Nadal consiguió enfilar el encuentro en el séptimo juego del segundo set. Aunque hasta entonces había desaprovechado las primeras 13 bolas de break, a la decimocuarta llegó la vencida. Y en ese punto Nadal y el partido dieron el giro de 180 grados que el de Manacor necesitaba para entrar en octavos, donde le espera el ucranio Alexandr Dolgopolov.

El sábado, en una sesión diurna que se alargó hasta cerca de las nueve de la noche en Nueva York, Nadal necesitó tres horas y 15 minutos para imponerse a Mayer, el 59 del mundo, con un marcador 6-7 (7-2), 6-3,. 6-1 y 6-4. Tras el partido, en la pista, reconocía que la situación había sido “dura por un rato”, una forma realista de describir ese primer set y el arranque del segundo, momentos en que le molestaba cada golpe del zurdo Mayer y cada uno de sus saques, momentos en que sus piernas parecían paralizadas y su raqueta, menos afilada.

Tampoco sabía Nadal enumerar las bolas de break que había necesitado hasta convertir la primera y cuando se le recordó que fueron 14 (el máximo desde un partido en 2010 en Bangkok contra Guillermo García López que acabó perdiendo) reconoció que “no es un buen resultado”. Por suerte la victoria le permitía decirlo riendo.

En ese momento, tras la pelea, física y mental, el juego cambió. Y Nadal, otra vez agresivo, otra vez reduciendo las opciones de su rival, se lanzó hacia la meta. Ahora sabe que necesita seguir mejorando, sobre todo su derecha. En Flushing Meadows sus tres primeros partidos han sido mucho más duros de lo que podía anticiparse. El de Dolgopolov, que se deshizo con contundencia de Viktor Troicki (6-1, 6-0 y 6-4), no se anticipa más fácil. El torneo avanza y Nadal también. Sigue, como en los días anteriores, a la búsqueda de las buenas sensaciones, pero este sábado daba a entender que empieza a encontrarlas.

EL DUELO CON FEDERER, MÁS CERCA

Quien se dio de lleno con la buena sensación fue Roger Federer, que tras dos intensos partidos a cinco sets, este sábado por la noche se impuso sin ninguna dificultad a Feliciano López. En una hora y 46 minutos el suizo selló el 6-3, 6-3 y 7-5 que le garantizan su presencia en la ronda de 16, donde le espera Philip Kohlschreiber.

Tras el partido, el toledano, algo abatido, lamentaba haber perdido oportunidades. También señalaba que, pese a los comentarios sobre los potenciales problemas de espalda que se habían atribuido a Federer, él no notó en el suizo ni un síntoma de lesión. El dueño de 19 grandes, cinco de ellos en Nueva York, sigue más que en liza.