La presencia de un grupo de Boixos Nois en el partido de Champions League que enfrentó al Olympique de Lyon y al FC Barcelona en el Groupama Stadium de la ciudad del Ródano ha provocado sorpresa y malestar en el club azulgrana, que ha tenido que atender las quejas de numerosos aficionados que se vieron obligados a compartir espacio en el recinto deportivo con los 'hooligans'. El Barça, que asegura haber tratado de impedir la entrada de los Boixos en el estadio lionés, ha anunciado que presentará una protesta formal ante la UEFA por la decisión del Olympique de facilitar el acceso de los radicales.

En un comunicado, la entidad señala que la presencia en Lyon de una veintena de Boixos Nois que habían viajado sin entrada y "al margen del operativo de desplazamiento organizado por el club", fue detectada el martes por la mañana, ante lo que el Barça, con el aval de la UEFA, "se posicionó en contra del acceso de este grupo al estadio". Sin embargo, amparándose en la necesidad de evitar "riesgos mayores", el Olympique y la Prefectura de Policía de Lyon acordaron vender localidades a los aficionados radicales y ubicarlos en la zona reservada a la hinchada visitante.

Ante estos hechos, sigue el comunicado, el FC Barcelona "trasladará de manera inmediata una queja formal a la UEFA". Los Boixos Nois encendieron bengalas durante el partido y a la salida protagonizaron diversos incidentes en el metro y se enzarzaron en un enfrentamiento con un grupo de aficionados 'culers' que les afearon sus amenazas de muerte a Joan Laporta. El expresidente azulgrana pidió al club que investigue lo sucedido, que calificó de "muy grave". "Los aficionados se sorprendieron de cómo llegaron, de cómo entraron, de cómo consiguieron las entradas, de lo que llegaron a amedrentar a los otros aficionados del Barça. Eso sí que se lo deberíamos preguntar al club y por qué pasan estas cosas", añadió.