El Real Madrid fue víctima de su fragilidad defensiva, que provocó su segundo pinchazo en Liga de Campeones para quedar en una situación compleja, castigado con dos goles del Brujas en el primer acto que igualó agarrándose a la locura, con exhibición de casta para acabar acariciando la remontada.

El Real Madrid tiró por tierra su reconstrucción. Toda la seguridad ganada en duelos grandes, en los que la concentración es máxima como mostró en el Sánchez Pizjuán y el Wanda Metropolitano. En su regreso a la inestabilidad, la defensa quedó señalada. Sin respuesta ante la velocidad de los puntas del Brujas.

Solo Zidane sabe las razones de dejar en la grada a James y Bale. Exceso de confianza si no sufren molestias físicas. Jugó con los mismos de una temporada para el olvido más Hazard. Caras que la grada se ha cansado de ver y lo muestran con silbidos cuando pierden la paciencia. Le faltó acierto rematador en al Real Madrid y exhibió una debilidad que parecía enterrada desde París.

Adelantó unos metros la defensa y fue un regalo al rival. Los balones en largo a la velocidad de Tau fueron un dolor de cabeza. Había perdonado Benzema la primera cuando llegó el primer golpe. A los 9 minutos, con Courtois reculando por mala colocación en una contra del Brujas. Carvajal fuera de su sitio, Ramos rompiendo el fuera de juego y el pase de Tau convertido en gol de forma cómica. Dennis fue a controlar, el balón le golpeó y engañó a Courtois. Se esperaba fuera de juego pero el VAR dio el gol.

El Real Madrid se acerca al año sin ganar en Liga de Campeones en el Bernabéu. Regresar al dominio que ejerció en Europa pasa por recuperar su fortaleza de local. El duelo pedía un líder y Hazard puso voluntad para serlo.

Se alejó de la banda izquierda para entrar en el juego. Asociándose con calidad, tirando de galones. Modric y Kroos acariciaban el poste con dos disparos mientras la grada señalaba a Lucas tras dos pérdidas. Junto a Courtois pagaron los platos rotos.

Ninguno integra una defensa que temblaba a cada ataque del Brujas en el primer acto. Encontraron líneas de pase con facilidad. Y como ocurrió en el primero, el Real Madrid perdonó antes de ser castigado. Un testarazo de Varane tras saque de esquina, lo salvaba Mignolet.

Courtois había salvado un disparo cruzado de Tau, pero nada pudo hacer en otro gol increíble. El regalo fue de Modric en salida de balón, Dennis puso velocidad, se tropezó mientras su cabeza daba vueltas a la definición, y cuando parecía que se caía, picó el balón con calidad a la red.

Se presentaba noche de arrebato en el Bernabéu. Un asedio en busca de aquellas remontadas históricas del Real Madrid. La segunda parte fue todo corazón blanco ante un Brujas poco acostumbrado a defenderse.

CAMBIOS / Entraron Areola y Marcelo para ganar un arma en ataque si tuviese un buen estado físico. Por momentos el Bernabéu vio la gesta. Los riesgos dejaban en uno contra uno a sus centrales. Varane fue desbordado por Dennis, que perdonó su triplete.

Cuando el fútbol se convierte en corazón siempre aparece Ramos. De cabeza apretó el partido tras pase de Benzema. Anulado por momentos hasta que el VAR lo concedió. Eran minutos claves y el Madrid de nuevo perdonó.

En botas de Lucas y Hazard estuvo el empate. La entrada de Vinicius agitaba el ritmo que decaía. Y así llegó el empate. Un premio al coraje en un testarazo de raza de Casemiro. Restaban cuatro minutos en los que acarició la remontada y la derrota. Varane la tuvo con dos cabezazos y Schrijvers perdonó solo en plena locura.