Ricky Rubio se reivindicó una vez más como jugador de elite dentro de la NBA y lo hizo al conseguir otro doble-doble de 33 puntos --mejor marca profesional-- y 10 asistencias que ayudaron a los Timberwolves de Minnesota a conseguir la victoria (119-104) ante los desahuciados Lakers de Los Angeles, cada día más hundidos.

Todo lo contrario de lo que sucede con Rubio y los Timberwolves que volvieron a mostrar su clase, aunque al final tampoco estarán por 13ª temporada consecutiva en la competición de los playoffs. Pero Rubio ha dejado bien establecido en lo que va de temporada, que es un jugador de elite y que si está libre de lesiones tiene mucho que ofrecer en el mejor baloncesto del mundo.

Rubio estuvo dominante en todas las facetas del juego al anotar 12 de 20 tiros de campo, incluidos 4 de 5 triples, y acertó 5 de 6 desde la línea de personal.

38 MINUTOS EN LA PISTA

El jugador de El Masnou, que estuvo 38 minutos en la pista del Target Center, también tuvo protagonismo dentro de la pintura al capturar cinco rebotes, incluidos 4 defensivos, recuperó dos balones, perdió tres y recibió una falta personal. "Al inicio de la temporada no tenía la confianza que ahora poseo y que me permite sentirme en plenitud y como nunca antes estuve", declaró Rubio al concluir el partido que dejó a los Timberwolves con marca de 30-44, sin opciones estar en la fase final, que sigue siendo la asignatura pendiente del equipo.

Rubio reiteró que es importante concluir la temporada con nota alta para ser el punto de partida positivo de cara a la próxima temporada. "Creo que podríamos estar ahora compitiendo por los playoffs", AÑó Rubio. "Pera eso llegue aquí. Espero que podamos construir a partir de ahora y la próxima temporada ser la buena". La derrota mantiene a los Lakers con la tercera peor marca de la NBA, sólo superados por los Nets de Brooklyn y los Suns de Phoenix.