«La edad media de mis jugadores es de 22 años y mi afición está entusiasmada. Fíjese que el partido de la semana pasada, contra el Osasuna, fue televisado y el estadio se llenó». Luis Cid Carriega era el entrenador del Real Gijón (en la siguiente temporada recuperaría su denominación original) que finalizó siendo campeón de Segunda División y giró su primera visita a El Arcángel en la categoría de plata. El entonces técnico del cuadro rojiblanco no solo tenía calidad en aquel equipo, sino también velocidad y capacidad física, cualidades que explotó al máximo no solo en aquella primera visita en Segunda a El Arcángel, sino a lo largo de toda la temporada 1969/70.

Además, el Sporting de entonces ya marcaba su estilo. Siete integrantes del once titular eran asturianos (varios de ellos de Gijón) y también saltó con Puente, formado en la Cultural Leonesa y que llegó al club rojiblanco con apenas 21 años. Por si fuera poco, los otros tres jugadores foráneos, además de jóvenes, también tenían una calidad que demostraron antes y posteriormente, en sus carreras: Rafa Marañón, Churruca y Ángel Herrero (Herrero I), este último, uno de los más veteranos de aquel equipo, con tan solo 27 años. En aquella plantilla había un cordobés, Ramón Tejada, que apenas contó para Carriega dada la trayectoria de los titulares y de tener una delantera con esos nombres.

Quini, con 20 años cumplidos al inicio de la temporada, y Marañón, con 21, terminaron como máximos goleadores de aquel campeonato, con 21 y 18 goles respectivamente, pero ninguno de ellos anotó en El Arcángel. El tanto del triunfo lo marcó Herrero II al filo del descanso, mientras que el Córdoba, aún con la depresión por el descenso a Segunda, también echó de menos al «rejuvenecido» Juanín, tal y como relataba en su crónica Leafar. El antiguo coliseo ribereño se llenó para presenciar un encuentro marcado también por la actuación de uno de los jueces de línea, que llegó a desesperar a los locales, aunque al parecer nada tuvo que ver con el resultado.

La última, hasta el próximo domingo, fue en la jornada 42 de la pasada temporada. Entonces, el Córdoba certificó ante el Sporting de Gijón su permanencia en Segunda División una temporada más con una goleada (3-0) que se festejó casi como un ascenso, ya que marcaba una salvación histórica, de las pocas que se han visto no ya en Córdoba, sino en el fútbol de plata español.

En esa primera visita, los asturianos alinearon a Castro; Echevarría, Alonso, Herrero I; Puente, José Manuel; Herrero II, Quini, Marañón, Valdés y Churruca. Por su parte, el Córdoba salto de inicio con García; Cepas, Rodri, Ponce; Jaén, Torres; Álvarez, Manolín Cuesta, Cruz Carrascosa, Diego y Jara.

Carriega explicaba en la previa de aquel encuentro que el secreto de aquel equipo, que para él tenía entonces «un 90% de probabilidades» de llegar a Primera División era «que todos corren, que hay velocidad, clase y que los muchachos se entregan a su obligación durante los noventa minutos». De aquel equipo, la mitad militaban en la selección española sub 23, que entrenaba entonces Ladislao Kubala: los hermanos Castro, Rafa Marañón, Churruca y Herrero I.

Ya en aquella visita de la que se cumplió casi medio siglo hace unas semanas, el Real Gijón, el Sporting, dejó clara su señal de identidad por la que ha sido reconocido. Los primeros guajes que visitaron El Arcángel se llevaron la victoria y el campeonato. Y con una media de 22 años.