El recibimiento a Griezmann en el Wanda Metropolitano pasó de la intensidad de unos pitos generalizados que generaban ambiente, al vergonzoso cántico marginal de un fondo del estadio: "Griezmann, muérete", entre el desinterés y la tímida reprobación del resto de la grada. La Liga va a denunciar los cánticos ante el comité de competición de la Federación y ante la Comisión Antiviolencia, que son los encargados de valorar la gravedad de los insultos e imponer otra multa económica al club o el cierre de esa zona de la grada del Wanda Metropolitano para algún partido.

La grada sur del Wanda Metropolitano es donde el Atlético acumula todos sus problemas con Antiviolencia, por la colocación de los aficionados, por las pancartas o por los cánticos. Es donde se concentra el sector radical rojiblanco, históricamente conocido como Frente Atlético.

Última sanción grave

El 24 de octubre, la comisión Antiviolencia ya propuso una sanción muy grave de 75.000 euros al Atlético de Madrid por las reiteradas desobediencias cometidas, en un duro comunicado en el que acusaba al club capitalino de proporcionar facilidades a personas o grupos de seguidores que han incurrido en conductas violentas en múltiples ocasiones durante un espectáculo deportivo con el fin de apoyar al Club, decía la comisión gubernamental.

Esa sanción fue como consecuencia de la exhibición de una pancarta no autorizada (en recuerdo de Luis Aragonés y en la que aparecía el término frentistas, referente al Frente Atlético) en un partido ante el Celta; pero fue solo el último de muchos encontronazos entre el Atlético y Antiviolencia, que en cada resolución reitera la permisividad del club con sus ultras.

Justificación atlética

Las palabras de Clemente Villaverde, gerente del club, han sido la única manifestación oficial al respecto. El Atlético está en contra de cualquier signo de violencia. Otra cosa es que el público, en un momento, pueda decir Yo creo que es una actitud que no es hemos visto en todo el campo, a lo mejor en un grupo de gente, dijo en Movistar al final del partido.

Hay imágenes y documentos gráficos suficientes como para identificar la zona de la que venían los insultos y el club, a través de los abonos, podría localizar a los implicados. Pero el club no parece interesado en cercenar las actitudes de su afición.

Matización de Amor

Desde el Barça, la timorata reacción de Amor al terminar el partido: "Me parece respetable, siempre. Te puede gustar más o menos la opinión, pero es lo que piensa y lo que le sale al público. Hay que aceptarlo", dijo; fue matizada ayer por el representante del Barça en el palco del Metropolitano: "Cuando estás en el campo, estás tan metido que no escuchas todo lo que se dice desde la grada", justificó.