El fútbol deja imágenes icónicas pero no acostumbran a incluir armas de guerra, a no ser que las fotografías se tomen en Belgrado (Serbia). Los seguidores del club de fútbol Estrella Roja han aparcado este martes un tanque militar a las puertas de su estadio en la capital para animar a su equipo. El gesto ha sembrado la polémica en la región ya que se trata de un vehículo de la antigua Yugoslavia y por ello ha traido con él amargos recuerdos de las cruentas guerras que tuvieron lugar durante la década de los 1990.

Durante toda la semana, un taque T-55 fuera de servicio y desarmado, decorado con los símbolos del Estrella Roja en blanco y rojo, se mantendrá a las afueras del estadio con el objetivo de apoyar al equipo durante las eliminatorias de clasificación para la Liga de Campeones. Y parece que ha surgido efecto: el conjunto serbio empató (1-1) este martes contra el suizo Young Boys y se clasificó para la fase de grupos de la Champions.

Segun la hinchada, el vehiculo representa el lema de que "funciona la máquina del Estrella Roja" y que lo compraron como mera chatarra. En las redes sociales ha generado todo tipo de respuestas, la mayoría de ellas negativas. "Qué tiene esto que ver con el deporte?", se preguntaba un usuario de Facebook.

RIVALIDADES HISTÓRICAS

Por otro lado, los medios de la región han reaccionado al despliegue del tanque con dureza. "Provocación: el tanque de Vukovar en el centro de Belgrado", se podía leer en el diario croata 'Vecernji'. Así hacía referencia a los carros de combate de este tipo que se usaron en 1991 durante la guerra por la independencia de Croacia de la antigua Yugoslavia, precisamente en la ciudad croata de Vukovar que sufrió grandes daños.

Los vecinos balcánicos serbios y croatas aún no han superado sus rivalidades históricas que después del conflicto continúan ahora, a veces, en los terrenos de juego. Desde los medios serbios, se ha afirmado que en respuesta al tanque desplegado en Belgrado, frente al estadio del Dinamo en Zagreb se ha instalada un tractor. Es un guiño a los 200.000 serbios que abandonaron Croacia huyendo en tractores en 1995 ante la ofensiva militar croata contra territorios entonces bajo control de rebeldes serbios.

Desde el gobierno de Belgrado, el Ministerio de Defensa ha insistido en que el tanque instalado frente al estadio no pertenece al Ejército serbio y de él se han extraído todos los elementos de combate. El propio ministro del Interior, Nebojsa Stefanovic, ha insistido que el antiguo carro de combate no representa una amenaza a la seguridad.