El Comité Ejecutivo de la UEFA elegirá este martes en Liubliana la sede de la final de la Liga Europa 2021, a la que aspiran el Sánchez Pizjuán de Sevilla y el Dinamo Arena de Tiflis, y también la de la final de la Liga de Campeones, con el Arena de Múnich alemán y el ruso de San Petersburgo como candidatos.

El estadio sevillista, que se había postulado para la última final junto al Besiktas turco y el olímpico de Bakú, finalmente el elegido por la UEFA, tiene a su favor la accesibilidad y las vías de comunicación de la capital sevillana frente al recinto georgiano, que acogió la Supercopa de 2015. Precisamente en aquella ocasión el Sevilla se enfrentó al Barcelona, que se hizo con el título en la prórroga (5-4) con un gol del ahora jugador del Chelsea inglés Pedro Rodríguez.

El Sevilla, que debutó la semana pasada en la Liga Europa en Azerbaiyán frente al Qarabag (0-3), es el club que más veces ha conquistado la Liga Europa, dos bajo la denominación de Copa de la UEFA y otras tres con la actual.

Otra de las decisiones que tomará el Ejecutivo de la UEFA serán las sedes de las finales de la Liga de Campeones 2020-21, con el estadio ruso de San Petersburgo y el Arena de Múnich alemán, que opta igualmente a la de 2022 que también será asignada, a la vez que el escenario de la final de 2023. El estadio londinense de Wembley celebrará entonces su centenario y es el gran candidato para albergar la final.

La UEFA determinará además la sede de la próxima Supercopa, a la que optan el Dinamo Stadium de Minsk (Bielorrusia), el Olímpico de Helsinki (Finlandia), el nacional de Belfast (Irlanda del Norte) y el Metalist Stadium de Járkov (Ucrania). La final de la Liga de Campeones femenina de la próxima temporada solo tiene un candidato, el Gamla Ullevi de la ciudad sueca de Gotemburgo.