Lo peor del partido de este miércoles probablemente no sea la imagen de un equipo sin ideas y falto de capacidad en todos los ámbitos del juego, sino la lesión de dos jugadores vitales para una plantilla ya de por si mermada por la marcha de Neymar. Estos dos jugadores son, nada más y nada menos, Luis Suárez y Gerard Piqué. Ambos terminaron el partido de Supercopa lesionados.

El catalán se retiró del terreno de juego lesionado a los 5 minutos de comenzar la segunda parte debido a una sobrecarga en el abductor y fue reemplazado por la nueva incorporación defensiva del Barça, Nélson Semedo.

Por su parte, Luis Suárez jugó todo el partido, pero estuvo los últimos minutos con muchísimos dolores en su rodilla derecha tras una jugada en la que pugnó por un balón con Marcelo y Keylor Navas. El jugador que vió como, justo tras esta acción, Valverde hacía el tercer cambio, tuvo que disputar la última parte del partido con claros gestos de dolor y cojeando dando signos de una lesión un poco más seria de lo que al Barça le gustaría ahora mismo.

Ambos jugadores pasarán este jueves una revisión médica que permita diagnosticar el alcance de la lesión y el tiempo de baja que tendrán que estar fuera del terreno de juego. Sin duda se masca el miedo en la ciudad condal por dos de los hombres más importantes del club, uno de los seguros de vida en defensa y uno de los baluartes ofensivos de los azulgrana.