La jugadora del Córdoba femenino Ana Sáenz de Pipaón Pipa es, además de futbolista, médico y el pasado domingo tuvo que ponerse, en sentido figurado, la bata y el estetoscopio para atender a una jugadora del Peña del Valle que se desvaneció.

--¿Cómo está afrontando la temporada?

--La verdad que muy bien, estoy muy cómoda. Me costó mucho aclimatarme pues llegué en julio con 45 grados que hacía. Ahora estoy bien con las compañeras, la ciudad, me siento importante en el equipo que era lo que necesitaba. También nos está yendo genial en La Liga.

--¿El Córdoba es el equipo más lejano de casa en el que ha jugado?

--Sí. Salí de La Rioja con 16 años hacia Zaragoza, estuve seis temporadas allí y regresé a Lorgoño, donde estuve tres temporadas en el EDF (Logroño Femenino). Subió a Primera y entonces me vine a Córdoba.

--Al ver la jugadoras del Peña El Valle que se desvaneció, ¿cuál fue su primera impresión?

--Al principio no me di cuenta, sinceramente y cuando la vi en el suelo al principio pensaba que era fruto de una patada u otro lance del juego. Pero al ver a la gente gritar y todo el mundo se acercaba, yo también me acerqué y esas cosas asustan, más viendo los antecedentes de la televisión. Cuando me acerqué, quise descartar que no era nada grave de corazón ni cabeza y en cuanto pude descartar eso, ya observé que era algo más leve y que podía ser una hipoglucemia.

--¿Dónde estudió la carrera de medicina?

--Como estaba jugando en el Zaragoza, pues la empecé y la terminé allí, salvo el último año que eran todo prácticas y ya me vine al hospital de Logroño.

--Al ver la jugadoras del Peña El Valle que se desvaneció, ¿cuál fue su primera impresión?

--Al principio no me di cuenta, sinceramente, y cuando la ví en el suelo al principio pensaba que era fruto de una patada u otro lance del juego. Pero al ver a la gente gritar y todo el mundo se acercaba, yo también me acerqué y esas cosas asustan, más viendo los antecedentes de la televisión. Cuando me acerqué, quise descartar que no era nada grave de corazón ni cabeza y en cuanto pude descartar eso, ya observé que era algo más leve y que podía ser una hipoglucemia.

--Vestida de corto tuvo que ponerse, de repente, la bata y el estetoscopio.

--Sí, además que yo creo que sorprende ver a una futbolista ponerse la bata. Hay futbolistas masculinos que también han sido médicos, como Pablo Alfaro, pero en menor caso. Desgraciadamente, las jugadoras tienen que hacer otras cosas para seguir jugando a fútbol, por eso pude estudiar medicina y sacarlo adelante.

--Todo eso antes de que llegara el equipo médico.

Sí. Inmediatamente llamaron a una ambulancia y cuando llegaron, la chica ya estaba despierta y consciente, aunque seguía muy mareada en el césped y orientada pues la glucosa se la subimos a 100.

--Cuando llegó el equipo médico, quizás se quedaría sorprendido.

Si. Cuando llegaron los servicios médicos apartamos a la gente que había alrededor de la chica, me quedé y la médico se me quedó mirando, un poco sorprendida, y ya le expliqué que era médica y le conté todo lo que había hecho. Al fin y al cabo, le adelanté mucho trabajo a un compañero. Creo que a la médico le chocó verme vestida de futbolista, que estaba jugando y que también era doctora.

--¿Cómo actuó cuando se aproximó a la jugadora desvanecida?

--Lo primero que hice fue tomarle el pulso y su respiración. Respiraba, aunque se encontraba inconsciente. Después el observé el reflejo pupilar para descartar ningún problema grave de la cabeza. Fue una exploración cronológica rápida, como pude y cuando pedí un glucómetro, le medí la glucosa que estaba en 70, muy baja.

--¿Es la primera vez que le sucede algo parecido?

--En un partido nunca, pero antes sí que me pasó en un avión y en un tren. Pero en un partido nunca, y menos que jugara contra esa rival. En los casos que he comentado estaba aún estudiando la carrera. Comenté que algo podía hacer, pero hice lo correcto.

--¿Cómo reaccionaron sus compañeras al ver la tranquilidad y la capacidad de actuación bajo presión?

--Precisamente ellas fueron las que me alertaron de que fuera a atender a la futbolista. Mi trabajo consistió, sobre todo, en ver qué no era nada grave y tranquilizar tanto a la familia como a sus compañeras de que no revestía gravedad alguna su situación más que de una actuación médica.

--¿Qué remedio emplearon al final?

--Le dimos un batido de chocolate con una pajita, pues allí no había ni para pincharle un suero con glucosa y era lo más a mano que teníamos. Cuando ya llegó la ambulancia, le comenté a la médico que había que ponerle un suero con glucosa y me comentaron que ya se lo pondrían.

--¿Supo algo más de la jugadora?

Cuando acabó el partido, me acerqué a su entrenador y le pregunté si sabían algo nuevo. Me comentó que se encontraba en el hospital, estaba bien pero la dejarían en observación. Me dio las gracias y sus compañeras también. Después la chica y sus padres llamaron al club, hablaron con mi director deportivo y mi delegado para agradecer mi esfuerzo, pero yo les contesté que antes de rival es una persona e hice mi trabajo. Intenté contactar con ella por redes sociales, pero no lo conseguí. Así que en el partido de vuelta hablaremos.

--¿Le ha llamado mucha gente esta semana?

--La verdad que sí. No me lo esperaba porque para mi es algo del día a día, pero con otros métodos distintos a un campo de fútbol puesto que yo estoy en ambulancia. Este boom me ha sorprendido y he hablado con un montón de gente que me ha felicitado.

--¿Trabaja en ambulancia?

--Sí, aunque ahora me quiero especializar en traumatología. Estoy estudiando para la oposición, pero de momento trabajo en ambulancia. Estoy compaginando el fútbol y el estudio, todos los días y algunos sueltos hago mis guardias en ambulancia con Los Ángeles. Tengo poca vida social, no me dan las horas.

--Estando lejos de Logroño, ¿qué tipo de contacto suele tener con su familia?

--Soy muy casera y llamo a mis padres todos los días.

--Las jugadoras cada vez os conocéis mejor y eso justifica la buena marcha del equipo.

--Tenemos un equipazo, un equipo muy técnico y competitivo, de gente joven y con muchas hambre de fútbol. El objetivo que se planteó en un principio es meterse en la Primera B, entre los cuatro primeros. Pero viendo la buena marcha del equipo, a tres puntos del primero al que le hemos empatado. Por eso intentaremos luchar por la Liga, ¿por qué no dar un peldaño más? Se trata de soñar un poco más en grande y lo vamos a intentar. Competiremos hasta el final por la Liga.

--En estos días de permiso en Logroño, tampoco ha parado para visitar a mucha gente.

--He tenido que hacer un planning porque estoy estudiando y he quedado a comer con unos, a cenar con otros… tengo que ver a un montón de gente y en tres días no da tiempo a todo. Por eso ahora esta noche voy a aprovechar para cenar con mi sobrina pequeña y veo a mis tíos y ya mañana estaré con las amigas y así me voy repartiendo los días.

--Debe organizarse muy bien.

--Sí porque entre los estudios y las amigas, debo organizarme bien o no hago absolutamente nada.