Federico Piovaccari, jugador del Córdoba, participó en calidad de padrino honorófico de la escuela de fútbol Kurtuba, una entidad comprometida con las obras de carácter social y con la concienciación. El delantero italiano, junto a jóvenes jugadores de la escuela, quiso mandar un mensaje de fuerza a Helena, una chica afectada por una grave enfermedad y a la que, con este acto, se le mandó la energía necesaria para luchar y superar esta dolencia.

"Nosotros como escuela integradora queremos que nuestros jugadores sean personas comprometidas y con corazón que le sirva para su día a día, el fútbol es un arma que tenemos que aprovechar con metas de carácter en positivo", indicó Juanjo Mora, como coordinador de la escuela.