El Córdoba regresó ayer a los entrenamientos con la ausencia de cuatro futbolistas. Jaime Romero y Piovaccari, que acabaron antes de tiempo el partido del pasado domingo en Oviedo por molestias físicas, no estuvieron presentes ayer en la sesión de alrededor de una hora de duración efectuada en la ciudad deportiva de Camino Carbonell. El que sí lo estuvo y regresó al trabajo tras superar sus propias dolencias fue Miguel Flaño.

El club informó que Romero y Piovaccari serán sometidos a pruebas médicas hoy para valorar el alcance de sus molestias. El que tiene más difícil llegar al partido del próximo domingo, ante el Zaragoza, es el extremo manchego. Desde la entidad blanquiverde son negativos respecto a las posibilidades que tendrá de recuperarse de su lesión, producida en un músculo de la ingle. En todo caso, hoy se sabrá su parte médico, al igual que el de Piovaccari. Respecto al italiano, las previsiones del club son que todo quede en un pequeño susto, y que las molestias sean por el cansancio propio de un partido de la recta final de la temporada.

PERMISOS DEL CLUB

Tampoco estuvieron en el césped del campo pequeño de la ciudad deportiva ni Carrillo ni Menéndez. Ambos contaban con permiso del club para ausentarse.

El que sí estuvo en la ciudad deportiva, y se entrenó en parte de la sesión con sus compañeros, fue el navarro Miguel Flaño. El central y capitán del Córdoba acabó, eso sí, con ejercicios de recuperación en solitario.

El entreno tuvo poca intensidad, ya que los futbolistas llegaron a la ciudad sobre las seis de la mañana, procedentes de Oviedo. El entrenamiento comenzó a las seis de la tarde, y duró alrededor de una hora. Se inició con carrera continua antes de que los futbolistas pasasen por un circuito destinado a la recuperación de la carga física. Saltos, carreras con uno y dos pies, estiramientos y ejercicios de futvoley. Los titulares de Oviedo solo se entrenaron durante media hora antes de pasar a los estiramientos de recuperación.