El presidente de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, ha pedido perdón hoy a los aficionados del equipo amarillo por el descenso a Segunda División, por el que no dimitirá de su cargo, y ha anunciado que canjeará el pase a los abonados, que no tendrán que pagar la próxima temporada.

Para tratar de ganarse la confianza de una afición que ha pedido a gritos su marcha, el presidente de Las Palmas ha anunciado que con miras al próximo curso, a los abonados de esta temporada se les canjeará el abono "para compensar todo lo que ha sucedido este año, es lo mínimo que podemos hacer", por lo que no tendrán que pagar para ver los 42 partidos de Segunda.

El máximo mandatario del conjunto isleño ha reconocido que tiene ofertas para vender el club, pero no tiene intención de hacerlo salvo que se lo pida el resto de los 5.000 accionistas de la entidad, a los que consultará a través de la web oficial del club.

Con respecto a esas ofertas recibidas, ha dicho que una es de un grupo inversor chino y otra de unos americanos y rusos.

"Nos ofrecían 140 millones de euros en Primera y 120 millones en Segunda, una oferta sin vencimiento, pero nunca vendería a personas que no tienen arraigo con este club. Seguiré siendo presidente de la UD Las Palmas mientras sea el máximo accionista", ha subrayado.

En una extensa rueda de prensa que llega cinco días después del descenso matemático, Ramírez ha dicho que la Unión Deportiva "se ha arrastrado" esta temporada en Primera, pero ya trabaja para el próximo proyecto con el objetivo de recuperar la categoría.

En ese sentido, ha confirmado que solo Luis Helguera, secretario técnico, causará baja en el organigrama del club, y que ya tiene a su sustituto, con el que está trabajando para diseñar la próxima plantilla, aunque no revelará su nombre hasta que termine la actual campaña.

De igual manera, hasta que no concluya el presente campeonato -quedan cuatro jornadas- no dará a conocer el nombre del entrenador del equipo para la temporada venidera, sin descartar que pueda ser el actual, Paco Jémez.

Ramírez ha calificado como un "fracaso deportivo" la "decepcionante temporada" que aún no ha finalizado, con una "toma de decisiones equivocada", aunque considera que se trata de un año aislado dentro de sus trece de mandato al frente de la entidad.

Además, ha vuelto a argumentar que la Unión Deportiva no corre peligro de desaparición, porque incluso terminará el actual ejercicio con 30 millones de euros de beneficio, y ello le permitirá intentar confeccionar "el mejor equipo de Segunda" con el objetivo de un rápido regreso a Primera, con la vuelta de los jugadores cedidos, como Sergio Araujo, Livaja, Mauricio Lemos o Borja Herrera.

"La única garantía que puede tener el aficionado es que mientras yo sea presidente, el club no va a correr riesgo de desaparición y no va a generar deuda", ha asegurado.

El dirigente isleño ha admitido que no han acertado ni con los entrenadores -cuatro- que ha tenido el equipo este curso, ni con la "gran mayoría" de los futbolistas contratados, pese a haberse gastado "once millones de euros más" que en el curso anterior para configurar, como dijo en su momento, "la mejor plantilla de la historia del club", palabras que, como ha reconocido hoy, se ha tenido que "tragar" con el descenso.

En el caso particular de Víctor Machín 'Vitolo', adquirido el pasado verano para su posterior marcha en enero al Atlético de Madrid, ha dado detalles de una operación que le costó a Las Palmas seis millones de euros, pero el club se reserva un 12 por ciento de sus derechos en una hipotética futura venta del equipo rojiblanco.

Por otro lado, ha informado de que espera inaugurar a finales de año la Ciudad Deportiva que se construye "con dinero propio" en Barranco Seco, y que en 2019, cuando se cumplan los 70 años de historia del club, puedan trabajar en esas nuevas instalaciones para contar "con más jugadores de la cantera" en el primer equipo.