El entrenador cordobés Paco Jémez ha salvado la vida a un golfista que sufrió un infarto el pasado lunes en el club de A Zapateira, en La Coruña, según relata en una información el periódico La Voz de Galicia. Tres hombres de unos 80 años habían llamado al servicio de emergencias porque su amigo, Ignacio, yacía en el suelo.

Pero Jémez, que actualmente se encuentra sin equipo tras entrenar la pasada temporada al Rayo de Vallecano, y uno de los entrenadores más importantes de la historia reciente del Córdoba CF, estaba, por suerte, muy cerca. No ha olvidado lo que supone el ejercicio físico y la práctica del deporte. Ni corto ni perezoso, se acercó lo más rápido posible al hombre que yacía en el suelo, ya sin pulso y con un color muy delicado, y le practicó masajes cardiorrespiratorios para conseguir que volviera el riego al corazón. Contó también con la ayuda de una enfermera del club, Mari Carmen Badía, también socia, según la información de La Voz de Galicia.

"Hicimos lo que pudimos y sirvió"

En conversación con este periódico, Jémez ha confirmado la situación vivida, indicando que, tras 10 minutos de asistencia al hombre, y en contacto con los servicios médicos, una ambulancia pudo llegar hasta el hoyo en el que se encontraban. Tras salvarle la vida en una situación límite, los profesionales sanitarios se encargaron del resto. "Hicimos lo que pudimos y sirvió", ha explicado Jémez, quien ha confirmado también que el hombre se encuentra ingresado pero estable, tras 48 horas del suceso, en un hospital de La Coruña

Además, Jémez ha charlado unos minutos en Tiempo de Juego de la Cadena COPE, donde ha explicado que "es la primera vez que hacía un masaje cardiaco". Aunque "no tenía cursillos", el cordobés siempre se ha interesado por "los primeros auxilios" ya que, al estar en un terreno de juego, "puede pasar que no pueda haber médico y vengan bien esas nociones".

Al final, para el acto heroico, Jémez ha tirado "de lo que sabía y de la necesidad de hacer algo" para salvar la vida del hombre. Ha reconocido mostrarse "muy orgulloso" al enterarse del buen estado de salud del hombre infartado. "No te puedes ni imaginar la satisfacción, el bienestar tan grande cuando me llamaron para decirme que esta bien", ha añadido.